Chiquita Levov – Foto y textos
La nueva producción de la ópera “Pagliacci” (Payasos) de Ruggero Leoncavallo que se está presentando en la Opera Israelí, es una muy lograda y colorida pieza, que ofrece la magia de un pueblo cuyos habitantes viven entre tristeza y alegría, tal como lo crea Inbal Pinto. La conducción está a cargo de Daniele Callegari, y cuenta con destacados solistas de Israel y el mundo, el Coro de la Ópera dirigido por Assaf Benraf, la Orquesta de la Ópera que es la Sinfónica Israelí Rishon Letzion y 20 bailarines. Se presentará hasta el 6.3 en el Hogar de la Opera, en Tel Aviv. Cuenta con nuestra recomendación.
Se trata de una ópera corta, de dos actos, compuesta en 1892 por Ruggero Leoncavallo quien también es autor del libreto. Es una pieza del estilo “Verissimo”, el que se adjudica historias basadas en la realidad. En esta ópera encontramos el tema del amor y los celos que conducen a un final trágico. Fue compuesta en la época en que los compositores de la ópera italiana empezaron a escribir piezas basadas en casos reales que se publicaban en la prensa. La idea de la ópera la halló su compositor en la corte cuando su padre, que era juez sentenció a un hombre, un actor viajero, por haber asesinado a su esposa, la actriz.
La trama gira en torno a un grupo de actores que llegan a un pequeño pueblo para presentar una comedia y hacer uso de los personajes familiares de la Comedia del Arte, creando así un teatro dentro de un teatro. Inbal Pinto es una de nuestras más importantes creadoras, de fama internacional, declara sobre su concepción artística de la ópera: “La vida es fuente de inspiración para la creación y la expresión teatral, esta creación toca la vida, la esperanza y la desesperación de una manera que nos habla a todos. Tiene lugar en un pueblo rural en mal estado, donde no hay cielo ni horizonte. Sus habitantes son una mezcla de lugareños y payasos, personas cuya vida ha sido torcida y dejada en una palidez existencial”.
Agrega “Una banda de actores llega al lugar, trayendo color, optimismo y esperanza de cambio, pero muy pronto se revelan las grietas en la envoltura de la perfección y se revelan los dolores, deseos y dificultades de los personajes. Los lugareños lo ven y continúan con sus vidas desesperadas con la expectativa de que el momento teatral traiga consigo la esperanza. Pero la misma mirada de los aldeanos intensifica la soledad y como ellos los actores quedan con anhelos insatisfechos de amor y libertad. La espectacular música de Leoncavallo, los solistas, el coro, los bailarines y la producción darán testimonio del poder humano, la fuerza y la esperanza de emocionar desde el arte”
Para esta ópera, Inbal diseñó más de 100 vestuarios para los solistas, coristas y bailarines, cuyo objetivo es caracterizar mediante deformaciones y distorsiones físicas a los personajes del pueblo italiano donde se desarrolla la ópera: la familia circense, con personajes vistosos y con características físicas destacadas. Pudimos apreciar en toda esta creación, el vestuario y la danza el estilo tan personal que conocemos desde “·Oyster” el primer éxito de Pinto. Esta es la tercera producción de ópera que dirige y sus obras han sido aclamadas y premiadas en Israel y en todo el mundo.
El director italiano Callegari ya había estado al frente de la Opera Israelí, dirigiendo “Lucia di Lamermoor” en 2017, “Masquerade” y “Rigoletto” en 2014. Es actualmente el director principal de la orquesta y la ópera de Niza, Francia. Dirige regularmente en la Scala de Milán, la Ópera Metropolitana de Nueva York, y muchas otras de renombre. El elenco de grandes figuras está encabezado por Samuele Simoncini alternando con Luis Chapa en el rol de Canio (Payaso), Elisa Cho alternando con Alla Vasilevtsky en el rol de Nedda (Colombina).