Israel inauguró una exhibición a través de su misión permanente en las Naciones Unidas que echa luz sobre un tema poco recorrido: la expulsión de las comunidades judías de los países árabes e Irán.
El embajador israelí Gilad Erdan fue parte de la ceremonia de apertura, en el día previo al Día para Conmemorar la Salida y Expulsión de Judíos de los Países Árabes e Irán, que se celebra todos los 30 de noviembre desde 2014, un día después del aniversario del Plan de Partición aprobado en la ONU.
Erdan dijo que se lanzó la exposición con el fin de “combatir en todos los sentidos la falsa narrativa que los palestinos difunden en la ONU“.
“Hoy conmemoramos a casi 1 millón de refugiados judíos que fueron expulsados de los países árabes e Irán tras la votación sobre el Plan de Partición. En la ONU presentamos la verdadera historia de las familias que fueron arrancadas de sus hogares, la Nakba de los judíos“, señaló Erdan, en relación a la palabra árabe que utilizan los palestinos para referirse a la independencia de Israel y significa “catástrofe“.
La exposición presenta documentación histórica que muestra la vida de las comunidades judías antes de que los países árabes comenzaron a expulsar judíos con violencia y brutalidad. Cientos de miles se vieron obligados a huir, dejando atrás la presencia milenaria en esas tierras.
Se estima que el número de judíos que vivían en los países árabes e Irán superaba los 850.000 en 1948. Algunos estudiosos incluso piensan que el número se acercaba a un millón.
En la región del norte de África, 259.000 judíos huyeron de Marruecos, 140.000 de Argelia, 100.000 de Túnez, 75.000 de Egipto y otros 38.000 de Libia. En el Oriente Medio, 135.000 judíos fueron exiliados de Iraq 55.000 de Yemen, 34.000 de Turquía, 20.000 de Líbano y 18.000 de Siria. Por su parte, Irán expulsó a 25.000 judíos.