Por Yoni Ben Menachem
• El establishment de seguridad israelí está cada vez más preocupado por los acontecimientos en Siria y la posibilidad de que Turquía asuma el control, lo que podría representar una nueva amenaza significativa para Israel.
• El presidente turco Recep Tayyip Erdogan está posicionando al Islam yihadista como un vehículo para el Islam político, con el objetivo de establecer su influencia sobre Siria.
• El objetivo principal de Turquía en Siria es la erradicación de la presencia kurda.
La creciente influencia turca en Siria: una preocupación de seguridad nacional
Tras la caída del régimen de Bashar al Assad, altos funcionarios de seguridad israelíes han expresado su alarma por la creciente intervención de Turquía en la región.
Según el informe del Comité Jacob Nagel sobre el presupuesto de defensa de Israel, publicado el 6 de enero de 2025, las ambiciones de Turquía de “restaurar la corona otomana a su antigua gloria” presentan un apremiante desafío de seguridad. El informe destaca la posibilidad de que el cambiante panorama sirio genere nuevas amenazas para Israel. Destaca la posibilidad de que un régimen sirio extremista con una ideología antiisraelí reemplace al gobierno de Assad.
Este escenario, advierte el informe, podría ser incluso más peligroso que la amenaza iraní, dada la proximidad geográfica y la importancia estratégica de Siria. La presencia militar turca y sus ambiciones políticas en Siria podrían desestabilizar la región y crear desafíos directos de seguridad para Israel.
El informe advierte sobre un escenario en el que Turquía patrocinaría fuerzas sirias hostiles a Israel, lo que en la práctica extendería su influencia y aumentaría la inestabilidad regional.
Las aspiraciones otomanas de Erdogan y la conexión siria
La retórica del presidente Erdogan ha alimentado las preocupaciones sobre sus intenciones en Siria. En su intervención en la octava conferencia de su Partido de la Justicia y el Desarrollo, Erdogan señaló: “Si la región no hubiera sido dividida después de la Primera Guerra Mundial, ciudades como Alepo, Sham, Hama y Homs seguirían siendo parte de Turquía”.
Fuentes de la oposición turca sugieren que las políticas de Erdogan apuntan a revivir el califato otomano mediante el control estratégico sobre Siria.
Informes en la prensa turca indican planes para establecer bases militares en Siria equipadas con sistemas de defensa aérea, aparentemente para proteger contra los ataques aéreos israelíes.
Erdogan también ha prometido apoyo a Abu Muhammad al Jolani, el nuevo gobernante de facto de Siria, proporcionándole armas y asistencia para construir un ejército sirio que reemplace a las fuerzas debilitadas por los ataques israelíes.
Abu Muhammad al Jolani: el “arma secreta” de Erdogan
Fuentes de inteligencia occidentales afirman que Turquía jugó un papel importante en el derrocamiento del régimen de Assad.
El apoyo turco a la organización “Hayat Tahrir al Sham” (HTS), liderada por al Jolani, ha sido fundamental para reconfigurar la dinámica de poder de Siria. Desde 2017, Turquía ha armado y apoyado a estos grupos, ha facilitado el movimiento de combatientes yihadistas hacia Siria y ha trabajado para que el grupo de al Jolani pasara de ser una organización yihadista a una entidad política alineada con la Hermandad Musulmana.
Los funcionarios de seguridad en Israel describen la transformación de al Jolani como una estrategia de Erdogan para ejercer control sobre Siria.
Al Jolani, que se rebautizó como Ahmed al Sharaa, lidera ahora lo que describe como un gobierno de transición, que enfatiza el estado de derecho, la gobernanza constitucional y las elecciones libres inspiradas en el sistema político de Turquía.
Desafíos para la gobernanza de los Hermanos Musulmanes en Siria
La gobernanza secular del régimen de Assad durante cinco décadas contrasta marcadamente con la ideología de la Hermandad Musulmana.
La influencia de la Hermandad bajo al Jolani ya ha provocado oposición entre los sirios, en particular debido a los esfuerzos por introducir la ley Sharia en las escuelas y la vida pública. La resistencia popular a estos cambios se hace eco de los fracasos de la Hermandad en Túnez y Egipto, donde los problemas económicos y la oposición pública llevaron a su caída.
Si bien las ambiciones de Erdogan para Siria siguen siendo ambiciosas, el éxito a largo plazo de la Hermandad está lejos de estar garantizado.
Habiendo experimentado la libertad tras la dictadura de Assad; los sirios pueden resistirse a la transición a otra forma de gobierno autoritario bajo la ley islámica.
La amenaza que Turquía representa para Israel
El ejército turco, uno de los más grandes y formidables de Oriente Medio, representa un desafío significativo para la seguridad de Israel. Una de sus ramas más fuertes es la Armada turca. El ejército turco está compuesto por 425.000 efectivos activos y otros 380.000 reservistas. Según fuentes de seguridad, la creciente influencia de Turquía en Siria como fuerza dominante requiere una consideración seria de sus capacidades militares.
Las milicias pro-turcas en Siria, como el “Ejército Nacional Sirio” (ENS), representan una amenaza potencial para Israel, en particular a lo largo de la frontera sirio-israelí. El presidente Erdogan también podría utilizar grupos como HTS, liderados por al Jolani, contra Israel. Al Jolani, conocido por su retórica incendiaria, declaró una vez: “Con la ayuda de Dios, no solo llegaremos a Damasco; Jerusalén nos está esperando”.
El propio Erdogan ha lanzado amenazas directas. El 28 de julio de 2024, en una conferencia del Partido Justicia y Desarrollo, declaró: “Al igual que entramos en Karabaj y Libia, haremos lo mismo con Israel”.
Fuentes de inteligencia occidentales sugieren que Erdogan alberga ambiciones de revivir el Imperio Otomano, buscando posicionarse como un sultán o califa moderno que supervise las fuerzas sunitas en Medio Oriente, incluida Jerusalén, que alguna vez fue parte del Imperio Otomano.
La política de Turquía hacia los kurdos en Siria
El objetivo principal de Turquía en Siria es la erradicación de la presencia kurda.
Fuentes estadounidenses informan que Turquía ha acumulado importantes fuerzas militares a lo largo de su frontera con Siria, preparándose potencialmente para una invasión del noreste de Siria, hogar de los kurdos sirios.
Los kurdos de esta región, que desempeñaron un papel crítico en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS), están preocupados por una renovada ofensiva turca. Sus temores se ven acentuados por la posibilidad de una retirada estadounidense de los 2.000 soldados estadounidenses que actualmente prestan apoyo aéreo y de inteligencia.
Esta preocupación se deriva de una situación similar en 2019, cuando las fuerzas estadounidenses se retiraron, lo que permitió a Turquía lanzar una operación transfronteriza.
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, declaró el 16 de diciembre de 2024 que “la eliminación de los kurdos en Siria es un objetivo estratégico de Turquía”.
Un periódico turco, Hurriyet, informó el 17 de diciembre de 2024 que Ankara ha esbozado una estrategia de cuatro pasos para neutralizar la presencia kurda en Siria, atacando a las “Unidades de Defensa Kurdas”, que Turquía asocia con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), designada como organización terrorista en Turquía.
El plan incluye:
1. La salida de los combatientes kurdos de Europa e Irak que se encuentran actualmente en Siria.
2. La retirada de los comandantes kurdos de Siria.
3. El desarme de los combatientes kurdos y su reintegración a la vida civil.
4. Garantizar la representación kurda en un futuro gobierno sirio.
La estrategia general de Turquía apunta a impedir el establecimiento de una entidad controlada por los kurdos en el norte de Siria, a la que considera una amenaza terrorista.
Este plan puede implicar una incursión militar en territorio sirio para crear una zona de amortiguación de 900 kilómetros a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria, destinada a frustrar cualquier infiltración kurda en territorio turco.
Al mismo tiempo, la inteligencia turca está tomando medidas enérgicas contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el país, deteniendo a sus líderes y presionando a Abdullah Öcalan, el fundador del partido, para que disuelva la organización.
Conclusión
La creciente influencia de Turquía en Siria, impulsada por la visión de Erdogan de restaurar la gloria otomana, plantea un desafío complejo para la seguridad de Israel y el Oriente Medio en general. Si bien el papel de Turquía en la remodelación del panorama político y militar de Siria continúa desarrollándose, la resiliencia del pueblo sirio y su resistencia al régimen islamista aún pueden determinar el resultado de las ambiciones de Erdogan.
Turcos, buscando su destruccion, ningun demonio podra dañar al pueblo de Dios. Vamos Israel Siempre Triunfante con la Ayuda de Dios.
Ya valieron madre, los Perrostinos, los hezbollistas,los cobardes de Hamas, los inútiles traidores Ayatollahs, los ilusos Huties.
Las FDI : ” Llegó tu turno, Erdogan …te tenemos aquí guardado, hasta para que lleves “