Abdulrahman Al-Rashed
El príncipe heredero de Arabia Saudita dejó caer una bomba significativa cuando anunció que Arabia Saudita debía lograr una bomba nuclear si está segura de que Irán va a construir su propia bomba. Antes de esta semana, Arabia Saudita había seguido una de sus dos estrategias para evitar que Irán poseyera armas nucleares; ya sea a través de la presión internacional y las negociaciones, o confiando en el apoyo de la comunidad internacional, del que sabemos que no podemos depender.
La política saudita ha cambiado ahora, y el príncipe heredero Mohammed bin Salman eligió un canal de televisión estadounidense, CBS, para anunciar la nueva política antes de su reunión con el presidente estadounidense Donald Trump. Su declaración ha tenido repercusiones en Washington, donde las posiciones suelen dividirse. El príncipe heredero tendrá una difícil tarea para convencer al Congreso y a varias fuerzas políticas en Washington; de hecho, es casi imposible que Washington acepte que Arabia Saudita construya su propia arma nuclear, ya que muchos países se oponen a esta medida, incluido Israel. Pero el príncipe lo ha vinculado a la búsqueda de armas nucleares de Irán.
La nueva política saudita hará que los europeos y los estadounidenses, especialmente aquellos que son flexibles con Irán, se den cuenta de que Riad no estará satisfecho con ninguna salvaguarda si Teherán desarrolla armas nucleares, y que el Reino hará lo mismo para mantener el equilibrio de disuasión.
En este contexto, muchos asuntos merecen mayor discusión.
Primero, ¿Arabia Saudita es capaz de construir una bomba nuclear?
Nadie puede confirmar esto, pero el Reino tiene algunos talentos científicos y establecerá proyectos este año para construir reactores, laboratorios e infraestructura destinados a desarrollar capacidades nucleares con fines pacíficos. Arabia Saudita goza de una ventaja sobre Irán porque tiene uranio en su desierto y, por lo tanto, no necesita comprarlo; y, de hecho, ha adoptado un plan para extraerlo dentro de su plan Visión 2030.
En segundo lugar, ¿cómo trataría el Reino la oposición internacional y cuáles son los posibles riesgos políticos?
No creo que Riyad daría ese paso sin el consentimiento de las principales potencias involucradas; pero estas últimas no puede negar que Irán está apuntando a Arabia Saudita, y que ha alcanzado una etapa avanzada de preparación para construir un arma nuclear. Entonces, si Teherán decide reanudar el enriquecimiento y completar su programa nuclear con fines militares, entonces la declaración del príncipe Mohammed bin Salman estaría justificada.
Extraído de Asharq al-Awsat