La madre de todas las batallas. Reflexión.

16 septiembre, 2024 , , ,

«Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y el Eterno tu Dios los entrega en tus manos…».
Libro de Deuteronomio 21-10

La madre… todas las batallas.

Este dicho podría tener varios significados, en el plano político, o en el plano militar, se refiere a aquella batalla que impresiona definitoria (para resolver un conflicto o pelea) y donde tendríamos que poner los mayores pujos, esfuerzos y nuestros mejores recursos.

De esta contienda saldrán vencedores y perdedores.

Pero en el último capítulo, leído en todas las Sinagogas este Shabat (sábado) que acaba de concluir, los exégetas entienden que se refiere a salir a la guerra contra el propio Yetzer Hará o mal instinto o eterno e incansable perturbador y probador.

El peor enemigo.

No cabe duda, que nuestro “mal instinto o mala inclinación”, resulta un enemigo mucho mas difícil de vencer, aún si lo comparáramos con grupos terroristas como Hamás, Fataj (OLP), Hezbollah o inclusive Irán.

O los mismos nazis o neonazis y antisemitas de derecha y los antisemitas maquillados de anti sionistas de la izquierda degenerada y actual.

Y es que en este párrafo deberíamos citar otro dicho como el que dice: “que no hay peor astilla como la del mismo palo”. Y llevado al campo médico, cuando nos enfrentamos con tumores malignos que se generan de las propias células y tejidos del individuo, que difícil y complejo que se torna cualquier tratamiento. Es decir, el proceso es endógeno o interno.

Es decir, como separar “la paja del trigo” y “lo bueno de lo no bueno” o como enfrentar a cada instante a este virus mutado y engañador, y siempre elegir hacer lo correcto. Lo correcto de acuerdo a la Torá en cualquier cuestión sea grande o chica.

Del resultado de esta colisión salen las buenas acciones y los pecados, y también el tópico central de la recompensa y castigo (libre albedrío).

Puertas adentro.  

En cierta ocasión, pasando al lado de un kiosco de la calle Tucumán (del barrio del Once, Buenos Aires), vi escrito lo siguiente: “Se amable siempre. Cada persona que ves está librando una batalla de la que tu no sabes nada”.   

Y resulta claro que me quedé pensando.

Cada ser humano se encuentra ocupado en batallar contra su propio Yetzer, contra si-mismo.

Final.

Toda persona debe superar tentaciones, ilusiones, malos hábitos, y sus propias limitaciones y distorsiones. Saltar y salir airoso de engaños de otros y de autoengaño.

Para concluir, todos al final de cuentas y en cierto modo somos soldados de un ejército invisible. Cada cual tiene su péquele (paquete) o su mochila.

Y dejo esta breve reflexión para el comentario o crítica, o discusión, y acepto toda la baraja e inclusive la indiferencia.

Los judíos tenemos maestros religiosos que apuntan a direccionarnos en el camino de la introspección y la autocrítica. Y en esto nos diferenciamos muy en especial de los islamistas que tratan de situar la génesis de sus problemas en otros.

Para el idishkait (judaísmo), el objetivo de librar la madre de todas las batallas es, salir victorioso, y obtener en cada caso una elevación espiritual y “lograr mantener la posición”, a lo largo de toda nuestra vida, más allá de todos los problemas y todas las pruebas.

¡Shavua Tov!

Dr. Natalio Daitch

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