La jueza Sarah Cave, del Distrito Sur de Nueva York, dio luz verde a una solicitud del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para tomar un avión Boeing 787 y un Gulfstream controlados por Abramóvich, según un documento judicial.
Las autoridades argumentan que el multimillonario, cercano al presidente ruso Vladímir Putin, sacó los aviones de EE.UU. y los envió a Rusia en marzo, tras el inicio de la guerra de Ucrania.
Como se trata de aviones fabricados en EE.UU., los fiscales consideran que Abramóvich «reexportó» las naves, sujetas a las restricciones comerciales de Washington contra Moscú, sin obtener una licencia para ello.
El Boeing, que se encuentra en Dubái, está personalizado y valorado en unos 350 millones de dólares, y es considerado uno de los «aviones privados más caros del mundo», de acuerdo con el documento.
El FBI cree, además, que Abramóvich controla ambas naves a través de un entramado de «empresas pantalla» en las que nombró beneficiarios a sus hijos el pasado febrero.
Abramóvich no forma parte de la lista de oligarcas rusos sancionados en Estados Unidos, pero sí ha sido sancionado por el Gobierno de Reino Unido y la Unión Europea (UE) por su «estrecha relación durante décadas» con Putin.
A raíz de estas sanciones, que congelaron los activos de Abramóvich y que le impiden entrar al Reino Unido y la UE, el multimillonario ruso puso en venta el club de fútbol Chelsea, que tenía en propiedad. EFE
No comprendo la obsesión por Abramovich.¿Ser amigo de Putin le hace ser cómplice de sus decisiones?¿Acaso las decisiones de los últimos presidentes norteamericanos(a excepción de Donald TRUMP)no son merecedores de sanciones y reproches?