La Justicia argentina declaró «crimen de lesa humanidad» el atentado cometido en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que 85 personas fueron asesinadas y 300 resultaron heridas y sigue impune, informaron fuentes judiciales.
La Sala II de la Cámara Federal de Casación, con la presencia de los magistrados Carlos Mahiques, Diego Barroetaveña y Ángela Ledesma, emitió dos fallos en esta jornada.
Por un lado, la Cámara confirmó las penas para los principales investigadores del caso, entre ellos el juez Juan José Galeano y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, por haber inundado la causa de pistas falsas.
Por otro, decidió por unanimidad declarar «crimen de lesa humanidad al atentado perpetrado el 18 de julio de 1994 contra la A.M.I.A.-D.A.I.A. (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas)».
Según reseña el diario La Nación, Mahiques dijo en su voto que se determinó la intervención de funcionarios y agentes iraníes y libaneses en el atentado contra la AMIA, por lo que podría estar vinculado con el perpetrado contra la Embajada de Israel en 1992, que causó 22 muertos y 242 heridos.
Por ello, recomienda que el Estado haga reformas para llevar a cabo el «juicio en ausencia» de los prófugos, siete libaneses e iraníes, que tienen pedido de captura internacional de Interpol.
Según el magistrado, «cuando se trata de delitos como el terrorismo», el Estado debe adoptar «procedimientos alternativos y complementarios que aseguren la posibilidad de impulsar los procesos y evitar así la impunidad de los autores, instigadores y cómplices».
El 18 de julio de 1994, a las 9.53 hora local, un coche bomba explotó frente a la sede de la mutua judía AMIA, causando 85 muertos y centenares de heridos, el peor atentado cometido en suelo argentino.
Tanto la comunidad judía en Argentina como la Justicia responsabilizan de lo sucedido al Gobierno iraní de ese entonces y al grupo terrorista chií libanés Hezbollah.
El fiscal encargado de la investigación durante 10 años, Alberto Nisman, fue encontrado muerto en su domicilio de Buenos Aires en la noche del domingo 18 de enero de 2015, en extrañas circunstancias; el caso, caratulado como homicidio desde 2018, sigue sin esclarecerse.
Este suceso ocurrió horas antes de que Nisman se presentara en el Congreso argentino para denunciar a la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015), por supuesto encubrimiento a iraníes sospechosos del ataque.
Según el fiscal, Fernández habría firmado un acuerdo con Irán para acercar relaciones comerciales a cambio, supuestamente, de disminuir la carga judicial contra los principales sospechosos, que ocupaban altos cargos en Irán y en la organización terrorista chií libanesa Hezbollah. EFE y Aurora