Por Zvi Magen y Sophie Kobzantsev
En esta etapa, se desconoce el alcance de la invasión.
A juzgar por las declaraciones de fuentes abiertas en Rusia, el objetivo de la operación es desmilitarizar a Ucrania y eliminar los elementos nacionalistas del país.
En nuestra evaluación, Rusia, a través de una combinación de fuerzas híbridas, aspira a desestabilizar a Ucrania y derrocar al gobierno.
Ucrania, por su parte, está llamando a sus ciudadanos a montar una defensa y mostrar solidaridad y firmeza frente a Rusia.
Paralelamente, los países de Europa del Este en la frontera con Ucrania han declarado el estado de emergencia. El ritmo de desarrollo es rápido, pero ciertos elementos son evidentes.
El objetivo de Rusia es generar un nuevo orden internacional en el que desempeñe un papel importante.
Además, la importancia de la influencia de Rusia en el espacio postsoviético es fundamental para Moscú, especialmente en lo que respecta a Ucrania.
Las demandas rusas presentadas a Occidente en la mesa de negociaciones siguen siendo las mismas.
Entre otras cosas, se exigió que Ucrania no se uniera a la OTAN y que la OTAN se retire militarmente en la esfera de influencia rusa en Europa del Este.
Por lo tanto, se espera que a medida que Rusia complete sus movimientos militares en Ucrania y agrave la situación, exija una conferencia internacional para establecer un nuevo acuerdo, y Occidente aparentemente tendrá que estar de acuerdo con esto.
También evaluamos que en esta etapa, Rusia tiene la intención de llevar a cabo el conflicto militar dentro de las fronteras de Ucrania y no cruzar la frontera hacia los países de la OTAN.
Las sanciones impuestas por Occidente plantean una dificultad económica significativa para Rusia, pero no son suficientes para evitar la beligerancia rusa y la finalización de los movimientos militares en Ucrania.
Parece que se tomó en consideración una intensificación de las sanciones, y las sanciones adicionales pueden dañar al presidente Putin y sus allegados.
Dada la imposición de sanciones, debe prestarse atención a la subida de los precios del petróleo y el impacto que esto tiene en la economía rusa, que depende principalmente de las exportaciones de petróleo y gas.
En consecuencia, Rusia todavía espera aprovechar su presión sobre Occidente y emplear medidas adicionales.
De ahí que el ejercicio marítimo ruso en el mar Mediterráneo -que, entre otras cosas, sirve como mensaje a la OTAN- y las recientes declaraciones en los medios rusos sobre Oriente Medio y la frontera sirio-israelí sugieran que Rusia es susceptible de actuar para desestabilizar también el Oriente Medio.
Por lo tanto, la respuesta de Israel a los eventos de los últimos días en Europa del Este presumiblemente tenía la intención de señalar a los líderes rusos que deberían preservar el arreglo existente en la frontera norte.
Finalmente, vale la pena señalar las voces que surgen dentro de la propia Rusia.
Ahora estamos viendo el despertar de una protesta interna en Moscú contra los movimientos militares rusos en Ucrania.
Estos se unen a la carta de ex militares rusos de alto rango, pidiendo al presidente Putin que no vaya a la guerra en Ucrania.
Si bien la influencia de los disidentes no es significativa en esta etapa, aún merece atención.
La experiencia de 2014 muestra que los movimientos militares en Ucrania están destinados a aumentar el apoyo interno para Putin.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies