La historia en fotos de Julio Popper, el rumano que colonizó Tierra del Fuego

Julio Popper Foto Wikimedia Commons Dominio Público

La figura de Julio Popper parece sacada de una novela de aventuras, que 130 años tras su muerte sigue fascinando en Sudamérica, donde colonizó por encargo del entonces gobierno argentino Tierra del Fuego.

Este ingeniero y viajero rumano lideró en 1886 la primera expedición para cartografiar y colonizar el extremo sur del continente sudamericano, una controvertida historia sobre la que trata de arrojar algo de luz una exposición fotográfica en Bucarest, ciudad natal de Popper (1857-1893).

«Queremos dar a conocer su historia en toda su complejidad», explica la investigadora Anca Tudorancea, responsable de un proyecto liderado por el Centro Filderman para el Estudio de la Historia de los Judíos de Rumanía.

La exposición puede verse en una de las sinagogas de la capital rumana, y consiste en una selección del centenar de fotografías sobre la expedición que el propio Popper envió en su momento a su familia en Bucarest.

El álbum original en papel se encuentra en los archivos de la comunidad judía de Rumanía, que medio siglo tras la muerte de Popper acabó siendo diezmada durante el Holocausto.

FOTOS DIGITALIZADAS

«Es importante ver todas las fotografías en el orden en que fueron tomadas, pues es un álbum secuencial, como un carrete de película, que sigue lo que hizo y vio Popper a través del recorrido que siguió la expedición», cuenta Tudorancea.

Además de organizar la exposición, el Centro Filderman ha digitalizado las fotos del álbum, que podrán ser consultadas en internet, incorporadas a la Biblioteca Digital Europea, con la que la Comisión Europea busca ofrecer acceso universal al conocimiento.

EL DÍA A DÍA DE LA EXPEDICIÓN

Al mando de otros 17 exploradores, todos armados para protegerse de la población indígena que defendía su territorio, Popper fue el primero en cartografiar y estudiar científicamente unas tierras hasta entonces inexploradas en las que los expedicionarios también encontraron oro.

Las imágenes muestran a los hombres enviados por el Gobierno argentino utilizando instrumentos de cartografía, abriéndose paso entre la vegetación salvaje o extrayendo y lavando oro en un río.

Las fotografías (en blanco y negro) van acompañadas en el álbum de textos explicativos escritos por el propio Popper.

«Una imagen vale más que mil palabras, pero hoy en día una fotografía que no vaya acompañada de palabras no significa nada, porque vivimos inundados de fotos», dice Bogdan Sandric, del Instituto Nacional de Patrimonio de Rumanía, que se ha ocupado de la digitalización de las instantáneas.

CHOQUES CON LOS INDÍGENAS

En algunas imágenes pueden verse los campamentos donde dormían los colonizadores, otras hacen referencia a los incidentes que le han valido a Popper las acusaciones de genocida: los encuentros violentos con los indios ona, que vivían entonces en Tierra del Fuego.

Debido a la superioridad de sus armas, los exploradores solían salir victoriosos, y en algunas instantáneas aparecen cadáveres de indígenas abatidos por Popper y sus hombres.

Según explica el propio explorador en el álbum, los choques se daban cuando los dos grupos enfrentados salían a cazar las llamas de las que se alimentaban.

Julio Popper en una de sus incursiones. A sus pies, yace un ona muerto Foto: Wikimedia Commons Dominio Público

En una de las escenas descritas, Popper cuenta como el grupo se topó con «ochenta indios» con «el cuerpo pintado y completamente desnudos» que descargaron «una lluvia de flechas» que, «por fortuna», no impactó en los expedicionarios.

«Bajamos de los caballos y respondimos con el (rifle) Winchester al ataque de los indios», escribe el jefe de la expedición, que añade: «Fue una lucha extraordinaria». «Por desgracia», concluye en francés, «estos encuentros se producían a diario».

UNA FIGURA CIENTÍFICA, POLÍTICA Y LITERARIA

Más allá de consideraciones morales, Popper -que antes de llegar a Argentina en 1885 también elaboró mapas de Nueva Orleans (Estados Unidos), Ciudad de México y La Habana- cuenta hasta hoy con el respeto de ingenieros, cartógrafos y otros científicos.

«Desde el punto de vista de la ingeniería, tenía una formación excepcional y llevó a cabo proyectos de gran mérito», asegura el contraalmirante de flotilla rumano Marian Savulescu, que ha estudiado en profundidad a Popper.

En Tierra de Fuego, el explorador judío-rumano formado en París, donde estudio Ingeniería, sirvió con gran eficacia los intereses del Gobierno argentino.

Cuando comenzó la expedición era presidente Julio Roca, uno de los artífices de la llamada «Conquista del Desierto» (1878-1885), con la que Argentina se hizo con el control de la Patagonia, habitada entonces por diferentes pueblos indígenas.

Popper delimitó en 1886 la frontera con Chile, se hizo con una mina de oro, acuñó una moneda propia (el denominado «Popper») y creó un servicio de correo funcional en los nuevos territorios argentinos.

Con fama de seductor y numerosas teorías de la conspiración asociadas a su muerte en Buenos Aires con solo 35 años, este apátrida, al que su país de nacimiento le negó la nacionalidad por ser judío, ha inspirado en Chile y Argentina libros y películas, además de encendidas polémicas y leyendas urbanas.

Con iniciativas como la exposición de sus fotos de Tierra del Fuego y su digitalización, el Centro Filderman busca que las aventuras de Popper lleguen, con todos sus claroscuros, a cada vez más gente. EFE

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