Monumento a las víctimas del Holocausto en el cementerio judío de Belgrado

Queda muy poco de nuestra herencia judía en España, aunque seguramente nuestra nación sería otra bien distinta sin esa presencia hebrea durante siglos y esa eterna ligazón entre los sefardíes y lo que significó en la historia Sefarad.

por Ricardo Angoso

Los judíos se fueron de España en el año 1492 después de que los Reyes Católicos, mediante el famoso edicto de Granada, decidieran expulsarlos de España si no se convertían al cristianismo. Así quedaron configuradas dos grandes familias en el judaísmo español: por un lado, estaban los marranos, es decir los que se habían convertido al cristianismo, muchos de los cuales se acabaron convirtiendo en lo que se llamó después como los criptojudíos; y, por otra parte, los sefardíes o los judeoespañoles que se expandieron por Mediterráneo oriental, el Imperio Otomano, los Balcanes, el Caribe y algunos países occidentales, como Francia, Italia, los Países Bajos y el Reino Unido.

Sin embargo, la larga herencia judía en España o Sefarad, que es como los sefardíes llamaban a nuestro país durante siglos, está presente en nuestra vida cotidiana y me atrevería a decir que esa presencia hebrea en suelo hispano dejó numerosas huellas en nuestro carácter, gastronomía, personalidad y en las costumbres y tradiciones. Los judíos vivieron en España desde la época romana hasta el año 1492, volviendo a haber una presencia continuada de judíos desde finales de la Primera Guerra Mundial hasta hoy, abriendo por primera vez sus puertas una sinagoga en Barcelona en 1954 y siendo revocado y anulado el edicto de 1492 en 1968, bajo el régimen de Francisco Franco.

Cementerio judío Cluj Napoca

En España existen varias iniciativas, medios, asociaciones e instituciones que reivindican nuestras raíces judías y la herencia sefardí, entre las que destaca con luz propia la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad y que se define en sus páginas web como “una Asociación constituida por municipios que cuentan, en sus conjuntos medievales, con un patrimonio histórico, artístico, medioambiental y cultural, herencia de las Comunidades judías que los habitaron”. La Red realiza numerosas actividades y proyectos conjuntamente en aras de preservar, conservar y reivindicar esa rica herencia cultural judía en España.

LA RED DE JUDERÍAS DE ESPAÑA

Las ciudades que conforman esa Red de Juderías son: Ávila, Barcelona, Béjar, Cáceres, Calahorra, Córdoba, Estella-Lizarra, Hervás, Jaén, León, Lorca, Lucena, Monforte de Lemos, Plasencia, Ribadavia, Sagunto, Segovia, Tarazona, Toledo, Tudela y Tui. En esta larga lista se echa en falta Girona, que cuenta una de las áreas más emblemáticas del mundo judío hispano, llamado el call, que es un laberinto formado por estrechos callejones y patios que mantienen el aura de los tiempos medievales. Se trata de una de las juderías mejor conservadas del mundo y una muestra evidente de la importancia que tuvo la cultura judía en Girona. Para recordar esta herencia judía de Girona, hay que reseñar que la ciudad cuenta con el Museo de la Historia de los judíos de la ciudad, uno de cuatro grandes museos judíos que hay en España y un lugar de gran interés para conocer nuestra propia historia.
Más información sobre la Red en: https://redjuderias.org/.

Luego existen aparte de la Red otras iniciativas, de las que ya he hablado en otro artículo, https://aurora-israel.co.il/sefardies-los-ultimos-espanoles/, pero que conviene repasar para aquellos que no lo hayan leído. Entre las mismas tenemos que destacar a Radio Sefarad, https://www.radiosefarad.com/, un proyecto de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), pero que está realmente dedicado a información sobre el mundo judío e Israel y que trata colateralmente temas sefardíes; a la veterana revista Sefarad https://sefarad.revistas.csic.es/index.php/sefarad/index, que se presenta como una publicación científica dedicada al estudio de la historia y cultura de los judíos en España y la lengua, literatura, historia y producción cultural de los sefardíes, entre otras materias que aborda; también debemos reseñar a e-sefardic, http://esefardic.es/, que es un portal de acceso a los recursos electrónicos desarrollados por lo que un día fuera el Grupo de Estudios Sefardíes del CSIC; al Centro Sefarad Israel, https://www.sefarad-israel.es/, auténtico epicentro y motor de la vida cultural judía en la capital de nuestro país y que se define como “un puente entre España y el mundo judío”; y, para ir concluyendo, existe una página web denominada https://www.sfarad.es/ y que se presenta como “el portal del judaísmo en España”, donde se pueden encontrar buenos materiales pero no específicamente del mundo sefardí, sino del judío en general. 

Cementerio judío Cluj Napoca

Hemos hablado del mundo sefardí en su ámbito institucional y organizativo, pero también debemos referirnos a otros aspectos, como por ejemplo en la gastronomía. La cocina sefardí era muy hortelana (berenjenas, alcachofas) y bordaba postres como el arroz con leche. Los escabechados se originan por la prohibición de cocinar en shabat (entre la puesta de sol del viernes y la del sábado), así que los judíos marinaban en vinagre. Potajes, empanadas y mazapanes también son de origen judío.

El periodista Francisco María nos recuerda la influencia judía en las letras y otras áreas: “La literatura, la música y la arquitectura judías han dejado una marca indeleble en la historia de España. Grandes escritores como Maimónides y Yehuda Halevi, músicos como Salomón Rossi y arquitectos como Samuel Ha-Levi han contribuido de manera significativa al patrimonio cultural español. Además, la gastronomía judía, con platos como el cuscús, el falafel y el hummus, han enriquecido la oferta culinaria del país”.

Con respecto a las publicaciones que se dedican al estudio del mundo sefardí, hay que reseñar la revista Meldar, publicada por la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, y que se presenta a sí misma como una revista internacional de estudios sefardíes.  Se trata de una publicación electrónica que tiene por objetivo generar un espacio de difusión e intercambio de investigaciones científicas que, desde cualquier perspectiva o metodología, aborden aquellos temas que se encuadran en el marco de los estudios sefardíes. “La revista -según hemos podido leer en su web- se plantea como un foro académico abierto y plural que permita a los investigadores de diferentes procedencias y disciplinas establecer un fructífero intercambio de los avances científicos más recientes en este ámbito de estudio”. Más información sobre esta publicación en: https://www.upo.es/revistas/index.php/meldar.

Para concluir esta breve nota, hay que reseñar que apenas hay hablantes de ladino en España y la lengua ha caído en el olvido entre las nuevas generaciones de sefardíes en casi todos los países en los que todavía pervive esa herencia. Se calcula que a pesar de que hay 3,5 millones de sefardíes o judíos procedentes de España, solo unos 133.000 son hablantes o conocedores del ladino, la inmensa mayoría, 125.000, viven en Israel. Como curiosidad final, quiero reseñar al fantástico grupo musical Sephardica, que es un proyecto musical dedicado, principalmente, a las músicas de tradición andalusí y sefardí y a las canciones del Romancero viejo, y que tuve ocasión de escuchar en unas jornadas judías organizadas por el Museo Judío de Béjar. Para escuchar música de este grupo u obtener más información, lo puedes hacer en: https://www.youtube.com/playlist?list=PLCGYTCubXQZ5gzHkfGJOoAFiNFhvDHxop.

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