La Hagadá de Sarajevo vuelve a España tras cinco siglos de expulsión y exilio

Haggadah de Sarajevo Foto: Idan Perez Museo Nacional Sarajevo Wikimedia Dominio Público

La «Hagadá de Sarajevo», una de las obras maestras de la liturgia sefardí medieval, puede verse por primera vez en España -en forma de una reproducción original- cinco siglos después de la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos, para contar su historia de supervivencia a persecuciones y guerras.

«Se trata del documento y testimonio más importante de la presencia de los judíos en Bosnia-Herzegovina», resumió Jakob Finci, el presidente de la comunidad judía del país balcánico.

En la capital bosnia de Sarajevo -entonces parte del Imperio Otomano- los sefardíes expulsados de España a partir de 1492 formaron una importante comunidad, diezmada luego durante el Holocausto.

CREADA EN EL SIGLO XIV

La historia del libro, desde su creación en la Corona de Aragón a mediados del siglo XIV hasta su llegada a Sarajevo, es el eje de la exposición que acoge el Centro Sefarad-Israel de Madrid hasta el 17 de diciembre próximo.

Goran Mikulic, curador de la muestra, explicó en Sarajevo que esta exposición «es un maravilloso cuento sobre su viaje desde España hasta Bosnia».

En 2008 se publicó una reedición de la Hagadá hecha con materiales similares a los originales, con apenas 613 ejemplares, coincidiendo con el número de preceptos judaicos (mitzvot).

El ejemplar que se expone en Madrid es una de esas copias, ya que el original, que se conserva bajo condiciones especiales en el Museo Nacional de Sarajevo, no puede ser trasladado por su fragilidad y solo se expone cuatro veces al año.

REGRESO DEL EXILIO

En el marco de la exposición, coordinada por el Centro Sefarad-Israel y la Embajada bosnia en Madrid, con el apoyo del Ministerio de Exteriores de España, se presenta también un documental sobre la historia de la Hagadá.

Además, contiene una muestra gráfica de sus ilustraciones, y expone cartas y documentos sobre esta obra de arte, que desde 2017 forma parte de la Memoria del Mundo de la UNESCO.

Aunque se desconoce la fecha exacta de su creación, los expertos la sitúan en torno a 1350 en la entonces Corona de Aragón.

En una de sus hojas se reconoce el escudo de Barcelona y en otras hay un emblema en forma de rosa -en hebreo Shoshan-, y de ala -Elazar-, por lo que el libro pudo haber sido un regalo de boda a miembros de dos conocidas familias locales.

La Hagadá expuesta en Madrid está formada por 142 hojas de pergamino polícromas, escritas en caligrafía y con numerosas ilustraciones, como las que muestran que la Tierra es redonda.

«Me resulta fascinante que su autor, en el tiempo de la Inquisición, dibujara la Tierra como redonda y no como plana», destacó Mikulic.

La obra incluye 69 miniaturas que relatan la creación del mundo, la liberación y éxodo de Egipto de los judíos y la historia de Josué, sucesor de Moisés, entre otras ilustraciones de este tradicional texto, usado en la celebración de Pésaj, la Pascua judía.

SOBREVIVIR A LA INQUISICIÓN…

Tras salir de España en 1492, el códice estuvo en Italia en los siglos XVI y XVII, según muestran varias anotaciones en sus páginas, como una de 1609 en la que se certifica que su contenido no va contra la Iglesia, por lo que se cree que fue controlado por la Inquisición.

Nadie sabe cuándo llegó a Sarajevo y su primera referencia es de 1894, cuando el Museo Nacional de Bosnia compró el libro a una humilde familia judía local.

«Evidentemente, era una familia pobre si vendieron un manuscrito tan valioso. Pero tampoco el Museo sabía bien qué estaba comprando», cuenta Igor Kozemjakin, el jazán (cantor) de la sinagoga de Sarajevo.

«Sólo cuando el libro fue enviado a Viena para su análisis y restauración se conoció su verdadero valor», señala.

Kozemjakin destaca que esta Hagadá no pertenece sólo a los judíos de Bosnia sino que «forma parte de una identidad común», siendo un motivo de orgullo para todos los bosnios, incluyendo los tres grandes grupos que conviven en una tensa coexistencia: los serbios ortodoxos, los croatas católicos y los bosniacos musulmanes.

…Y A LOS NAZIS

Durante la II Guerra Mundial, el 85 % de los 15.000 judíos de Sarajevo fueron asesinados por los nazis y sus aliados del fascista Estado Independiente de Croacia.

Actualmente, sólo mil judíos viven en Bosnia, unos 600 de ellos en Sarajevo, en su mayoría personas de avanzada edad.

A comienzos de la guerra, la Hagadá se salvó del expolio nazi porque los entonces responsables del Museo Nacional la llevaron a una mezquita, donde el imán la escondió entre los coranes, donde estuvo hasta la derrota de los alemanes.

También durante la guerra civil que entre 1992 a 1995 enfrentó a musulmanes, serbios y croatas, el libro fue salvado de la destrucción al ser traslado a una caja fuerte del Banco Nacional de Bosnia. EFE

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