La Fundación Hispanojudía se reúne con el Papa: “nos impactó su sensibilidad y humildad, su voluntad de dialogar con todas las personas”

El presidente de la Fundación Hispanojudía, David Hatchwell, con el Papa Francisco en El Vaticano.

David Hatchwell, presidente de la Fundación Hispanojudía, estuvo recientemente de visita en El Vaticano en una audiencia privada con el Papa Francisco, junto a otras destacadas personalidades del mundo judío e hispano. 

¿Cómo se gestó el encuentro con el Papa Francisco en El Vaticano?

Esto es un trabajo que ha tomado tiempo porque la fundación tiene ya tres años y medio de vida, y es fruto del esfuerzo de varias personas. Tenemos como objetivo establecer vínculos muy fuertes entre el mundo judío y el mundo de habla hispana a todos los niveles. Nos es fundamental que ese diálogo se lleve a cabo con diferentes confesiones también, y hemos tenido la suerte de que un destacado miembro de nuestro comité asesor, el rabino Isaac Sacca, que es el gran rabino sefardí de Argentina, tiene una relación personal fraterna con el Papa. Creo que esta actividad destaca muchísimo porque el pontífice es una persona destacadísima a nivel mundial.

¿Podría darnos más contexto sobre las actividades de su entidad?

Nuestra fundación está dedicada a que se conozca mejor los mundos judío e hispano. Nuestras metas son amplias. La primera es establecer un museo judío en el corazón de España, Madrid, para que sea además  un símbolo de esos conocimientos y encuentro mutuo, que como saben tuvo una fractura hace cinco siglos (la Inquisición Católica), pero que continuó desarrollándose en las comunidad judías sefardíes en la diáspora, tanto en Latinoamérica como los Balcanes.  Ese diálogo y relación nunca terminó, pero tiene una factura que queremos ir trabajando.

Desarrollamos proyectos culturales: exposiciones, presentaciones de libros, encuentros… Una de las cosas más importantes que hemos hecho en los últimos años ha sido fomentar el establecimiento de la Academia del  Ladino desde Israel y que sea parte de la Real Academia de la lengua Española (RAE).

Hicimos algo histórico hace unos meses cuando en la sinagoga de Santa Maria la Blanca en Toledo establecimos un acto en que se rezó un kadish (en memoria de los asesinados en la Inquisición) tras 630 años. Y además en cooperación con la Iglesia católica, que quiso tener un gesto de reconciliación. Hicimos un guiño porque quisimos que fuera en hebreo, pero además del gesto, hicimos venir a Noa (Achinoam Nini) para cantar un Ave María en señal de agradecimiento.

¿La cercanía del Papa con judíos en su infancia en Argentina contribuye al ambiente actual de intentos de reparación de daños de la Iglesia Católica respecto al judaísmo?

Las relaciones personales son claves en el tono y las formas, este Papa tiene desde un punto de vista sincero, una simpatía con el mundo judío. También por ser sus creencias, ha habido un giro importante en cuanto a la concepción de la relación entre mundo judío y cristiano, basado en que la Iglesia tomó una óptica distinta a la que tuvo durante siglos, que fue un sufrimiento para el mundo judío. Nosotros queremos mirar al futuro, y nos alegra mucho saber que este Papa tiene esta predisposición, que además no solo lo vemos en estos gestos, sino también con otras instituciones católicas con las que trabajamos.

En España, hay un centro de estudios judeocristianos que trabaja constantemente para acercar mundo católico al judío, y el camino se tiene que agrandar y lo hacemos las personas, y este Papa aporta mucha cercanía. También impacta la humildad que tiene: nos chocó en positivo a los 40 y pico de asistentes. Esa sensibilidad, humildad, de acercarse, dialogar con todas las personas, con un tono de voz muy bajo que incita a que la gente escuche, realmente creó un clima durante la hora y pico de una sensación de equilibrio y paz.

Además, durante el encuentro le entregó un obsequio especial. ¿De qué se trata?

Debía ser algo con significado, y tuve la suerte de continuar el legado de mi padre, que trabajó muchos años en pro de relaciones mundo judío y no judío y Sefarad. Es un facsímil de lo que fue la traducción de la biblia de Alba, traducida por el rabino Moisés Sarafel, de Maqueda (una ciudad importante del s.XV), y lo hizo por encargo de Don Luis de Guzmán, gran maestre de la Orden de Calatrava, una orden de nobles muy consciente de lo que ocurría en España, pero que era mucho más liberal y no sectaria. Y se lo encomendó al rabino para intentar acercar puentes, y convencer al bajo clero, que estaba instigando un antisemitismo feroz que duró un siglo antes de la expulsión, para que con ese gesto se pudiera ver lo mucho que tenemos en común. La biblia no fue suficiente para acercar puentes, pero creo que es un buen símbolo, y que en todas las generaciones hay gente buena, y lo necesario es trabajar para que se nos conozca. Era un gesto de agradecimiento para este Papa.

En la delegación había personalidad, entre ellas el ex ministro de justicia Alberto Ruiz Gallardón, o el ex director de Prisa, grupo editor de El País, Juan Luis Cebrián. ¿Por qué viajaron con usted?

Nuestra fundación nace a través de una iniciativa privada en que Alberto Ruiz Gallardón, Javier Climares, que es un abogado muy destacado, y un servidor, ponemos en pie la fundación con los objetivos que mencioné. Con Alberto tuve la suerte de trabajar durante mi mandato como presidente de la comunidad judía de Madrid, mientras él era ministro de justicia y alcalde de Madrid, y él fue artífice de la ley para el retorno de los judíos sefardíes a España (2015), y tiene una enorme sensibilidad hacia el pueblo judío. Su abuelo salvó a judíos durante la Shoá como embajador en Rumanía.

Todas las personas que participaron creen que hay mucho por hacer en relación de conocer mejor al mundo judío, sobre todo en España, donde fue muy importante hasta el s. XV, donde cambió todo drásticamente y se fueron escondiendo. Es un gran momento en que las personas buscan reconectar con valores, y en un mundo global es mejor que se conozcan mejor las culturas.

En su opinión, ¿en qué situación se encuentra la comunidad judía española y el antisemitismo o sentimiento antiisraelí en España?

La comunidad está creciendo en las últimas décadas. Tuvo un momento crítico con la crisis económica, donde hubo salida de judíos que terminaron haciendo aliyá, cosa que nos alegra mucho. La comunidad española se nutre de migraciones llegadas de Marruecos, luego de Argentina y el resto de América Latina, ahora especialmente la tenemos de Venezuela por la situación dramática. Y la comunidad es más visible y asentada, hay muchos esfuerzos para que se nos conozca mejor, no desde el mito sino la realidad. Hacemos mucho para ser partícipes.

El antisemitismo existe sin lugar a dudas. En la extrema derecha es prácticamente irrelevante porque en España no es activa como en otras partes de Europa, y donde tenemos problema de antisemitismo es en esa izquierda más radical, que comparte con un Islam radicalizado una serie de objetivos, y bueno nuestra respuesta es luchar contra la ignorancia y no pasar por alto cuando se dicen cosas que no caben en el marco constitucional de un país como España.

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