Por Amira Oron
La declaración final publicada por todos los estados árabes al final de la cumbre de emergencia celebrada el 4 de marzo en El Cairo, también conocida como la “Cumbre de Palestina”, refleja la postura árabe unificada sobre la cuestión palestina y su percepción como el problema central para el mundo árabe.
La redacción de la declaración se basó en gran medida en los principios de la Iniciativa de Paz Árabe, que el mundo árabe presentó a Israel y a la comunidad internacional en 2002.
La posición árabe articulada el 4 de marzo incluye los siguientes componentes: la renovada opción estratégica de una “paz justa y amplia”, que señala el apoyo a la solución de la cuestión palestina mediante una solución de dos Estados, la coexistencia y el establecimiento de relaciones normales basadas en la cooperación entre todos los países; oposición a la emigración del pueblo palestino y un llamamiento a evitar la creación de condiciones que pudieran conducir a ese resultado, dada la amenaza que ello supondría para la estabilidad regional; implementar reformas dentro de la Autoridad Palestina y unir al campo palestino bajo su liderazgo, un enfoque que también aborde el continuo gobierno de Hamás en Gaza, una preocupación fundamental para Israel así como para los países del Golfo que se espera que participen en la financiación de la reconstrucción de Gaza; acuerdo sobre el plan egipcio de 91 páginas para la rehabilitación de Gaza, que incluye el establecimiento de un órgano de gobierno tecnocrático en Gaza bajo los auspicios del Gobierno palestino de Ramallah, la movilización del apoyo internacional para el plan y la solicitud de una fuerza de paz de la ONU para garantizar la seguridad de israelíes y palestinos.
Además, la cumbre enfatizó la necesidad inmediata de poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, incluido la liberación de los rehenes y la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), como requisito previo para implementar el plan de reconstrucción.
Es fundamental escuchar el llamado del mundo árabe, que también se dirige al público israelí y que nos presenta una visión panárabe sobre cómo vivir en paz y seguridad en este espacio compartido.
Las palabras del anfitrión de la cumbre, el presidente egipcio [Abdel Fattah] el Sisi, en apoyo del tratado de paz con Israel y su papel como modelo para transformar un estado de guerra en paz y prosperidad, refuerzan este entendimiento.