Por Tamir Hayman.
El ataque que tuvo lugar el viernes en Beirut, en el que murieron altos miembros de la Fuerza Radwan de Hezbollah, junto con Ibrahim Aqil, jefe de la sección de operaciones de Hezbollah, es parte de una nueva ola de ataques en el Líbano.
En cada ataque se empleó inteligencia especializada y se revelaron capacidades operativas previamente desconocidas.
Esto no es sólo excelencia operativa: marca el comienzo de una campaña completamente nueva.
La conclusión es que ahora estamos en una nueva fase.
La creciente frecuencia de los golpes que Israel asesta a Hezbollah tiene como fin lograr los objetivos de la guerra sin desencadenar un conflicto regional total.
Es crucial actuar con decisión antes de que esta guerra se intensifique.
Sin embargo, estos ataques pueden intensificar aún más la campaña contra Hezbollah, aumentando el riesgo de una guerra a gran escala antes de que Hezbollah acepte nuestros términos de alto el fuego.
Tras la eliminación de Fuad Shukr, dos altos comandantes permanecieron al frente de Hezbollah: Ali Karaki, jefe del Comando Sur, que ahora dirige la campaña militar contra Israel tras la muerte de Shukr, e Ibrahim Aqil, responsable de las operaciones y el artífice de la idea de una amplia incursión en territorio israelí.
Aqil, sin duda uno de los comandantes más importantes de Hezbollah, deja el nido operativo de Nasrallah casi vacío.
Si bien Hezbollah puede reemplazar efectivos, en el corto plazo, sus capacidades de combate se ven significativamente socavadas.
La muerte de Ibrahim Aqil, presuntamente abatido junto con sus lugartenientes, trastorna la capacidad de combate de Hezbollah, aunque no es decisiva.
Es un duro golpe, pero es probable que Hezbollah tome represalias, acercándonos más que nunca a una guerra total.
Los éxitos tácticos no garantizan la victoria general.
Para garantizar eso, la campaña debe ser parte de un plan estratégico más amplio.
Aún queda mucho por saber, y se espera que nuestros líderes lleven a cabo la campaña de manera responsable, evitando conflictos que se salgan de control, ya que dicha escalada podría anular la ventaja de los ataques sorpresa iniciales.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Nada por si te da la victoria
Todo ayuda si todo converge
Falta degradar la energía y las rutas. Evitar quw se mueran soldados y armas.
El gobierno del Líbano debería elegir bando y hacerse cargo