Nuevo Complejo de la Biblioteca Nacional de Israel. Foto: Chezki Mozes – Ein Hanetz/CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.
El total de la colección constituye una de las colecciones privadas de judaica más grandes a nivel global.
Yehuda Levi Nahum fue un carnicero que murió en 1998. Antes de eso, trabajó 50 años en la adquisición, el estudio y la conservación de manuscritos y fragmentos de textos judíos yemenitas.
En 1929, cuando solo tenía 14 años, Nahum vivía y trabajaba en la ciudad de Sanaa, en Yemen. En ese momento convenció a sus padres de abandonar el país y viajar a Tierra Santa. Tuvo que viajar en burro durante dos semanas hasta la ciudad portuaria de Adén, donde vendió el burro para pagar el pasaje en barco hasta Egipto, y desde allí tomar un tren a Jerusalén para finalmente establecerse en Tel Aviv.
Desde su juventud, Nahum decidió dedicar su vida a la preservación del patrimonio judío yemenita. Mientras trabajab como carnicero, usaba todo su tiempo libre para recopilar libros escritos a mano. Al darse cuenta de que muchos libros estaban encuadernados con papel de libros más antiguos, desarmó las cubiertas y descubrió antiguos fragmentos de manuscritos.
Recientemente, la Biblioteca Nacional de Israel anunció que los descendientes de Nahum donaron a la organización una colección de 60.000 manuscritos. Se trata de una de las colecciones privadas más grandes de Judaica en el mundo, en la que se encuentran traducciones judío-yemenitas de obras de Maimónides, escritos de Yihya Saleh del siglo XVIII en Yemen y antiguos contratos de matrimonio judíos.
Chaim Neria, curador de la colección de judaica de la biblioteca, afirmó que “esta importante colección es una adición transformadora a la documentación de la herencia judío-yemenita de la biblioteca, que enriquecerá la erudición en este campo durante muchos años”.