Un tribunal de la Autoridad Palestina (AP), en Ramallah, condenó a Issam Akel, a cadena perpetua por intentar vender tierras a judíos israelíes en Jerusalén, señala una fuente judicial palestina.
Akel está domiciliado en el barrio de Beit Hanina, en Jerusalén oriental, y cuenta con documento de identidad israelí y ciudadanía estadounidense.
Raramente la AP lleva a cabo arrestos y enjuicia a habitantes de Jerusalén que tienen documentos de identidad israelí.
En noviembre pasado, el embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, instó a la AP a liberar a Akel.
“La Autoridad Palestina está manteniendo a un ciudadano de EE.UU. en prisión desde hace dos meses”, apuntó Friedman en un mensaje de Twitter, el 28 de noviembre pasado. “¿Es sospechoso de un ‘crimen’? Vender tierra a un judío. El encarcelamiento de Akel es la antítesis de los valores de EE.UU. y de todos los que defienden la causa de la coexistencia pacífica. Exigimos su liberación inmediata”.
En 2010, un tribunal de la AP determinó que la venta de tierras a israelíes es un delito que puede ser condenado con la pena capital.
Sin embargo, la pena de muerte requiere la autorización del presidente palestino, Mahmud Abbás, que hasta la fecha no ha ratificado ninguna.
Recientemente, a un palestino que falleció en un accidente de tránsito en el Valle del Jordán le fue negada la sepultura en los cementerios de Jerusalén oriental tras sospecharse que había vendido propiedades a judíos israelíes.