Por Danny Citrinowicz.
El lanzamiento de un misil desde Yemen hacia el centro de Israel es un recordatorio de que la amenaza hutí no ha desaparecido.
Sin embargo, dados los desafíos de seguridad de Israel, especialmente en el frente norte, es prudente permitir que la coalición internacional continúe haciéndose cargo de esta amenaza.
El misil balístico disparado desde Yemen el domingo por la mañana no debería sorprender a nadie.
Los hutíes han amenazado repetidamente con represalias contra Israel tras los graves daños causados al puerto de Hodeida por la Fuerza Aérea de Israel.
Desde aquel ataque, los hutíes han estado tratando de vengarse, pero los esfuerzos de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos han frustrado esos intentos… hasta ayer.
Esto es grave y demuestra que, a pesar de todos los esfuerzos para contrarrestarlos, los hutíes no sólo tienen la capacidad de atacar a Israel sino que también han mejorado sus capacidades de lanzamiento para llegar al centro del país.
Este hecho aumenta la amenaza potencial de los hutíes contra Israel, sumándose a la amenaza existente de los drones, que ya han demostrado ser letales en ataques anteriores, incluido el de Tel Aviv antes de la operación de la Fuerza Aérea en Hodeida.
Sin embargo, a pesar del lanzamiento del domingo por la mañana, es importante no exagerar la importancia de la amenaza hutí.
Las continuas actividades de la coalición internacional contra los hutíes les dificultan mucho el cumplimiento de sus amenazas.
Además, las recientes tensiones en la frontera norte, especialmente el riesgo de que se conviertan en un conflicto más amplio, deberían seguir siendo la prioridad de seguridad de Israel incluso después del incidente del domingo.
Israel ya ha demostrado que puede infligir graves daños a los hutíes, pero es dudoso que ataques futuros cambien la determinación de la organización terrorista yemení de atacar a Israel.
Por lo tanto, incluso si Israel decide responder al grave incidente, sería imprudente desviar la atención de la campaña en el norte.
Es poco probable que cualquier acción que Israel tome en Yemen, independientemente de su escala, detenga nuevos ataques desde ese país árabe.
El lanzamiento del misil subraya la complejidad de las amenazas que enfrenta Israel y la necesidad de operar dentro del marco de la coalición.
Si bien es posible que la coalición no esté destruyendo la infraestructura en Yemen, sus acciones contrarrestan efectivamente los intentos de los hutíes de lanzar ataques.
De cara al futuro, es crucial abordar la acumulación de poder de los hutíes, especialmente cortando sus vínculos con Irán, que respalda sus capacidades militares, especialmente las balísticas.