La Administración Obama saboteó una operación contra Hezbollah para garantizar el pacto nuclear con Irán

Barack Obama Foto: Casa Blanca vía Facebook

La Administración Obama saboteó subrepticiamente una campaña de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), que apuntaba al grupo terrorista libanés chií Hezbollah, apoyado por los iraníes, para ayudar a solidificar el acuerdo nuclear con Irán de 2015, según un exhaustivo reporte del portal de internet Politico.

La campaña, denominada “Proyecto Casandra”, fue lanzada en 2008 para monitorear el tráfico de armas y drogas de Hezbollah, que incluía el envío de cocaína a Estados Unidos.

Además del tráfico de drogas, el grupo terrorista libanés también se dedicaba al lavado de dinero y otras actividades delictivas, que le redituaban mil millones de dólares anuales.

Cuando los investigadores -después de acumular evidencias sustanciales- solicitaron la aprobación del Ministerio de Justicia y del Departamento del Tesoro para iniciar los procesamientos, esas dos carteras no respondieron, destaca el reporte de Politico.

«Eso fue una decisión política, fue una decisión sistemática», aseveró David Asher, un analista del Departamento de Defensa de EE. UU., que se especializa en finanzas ilícitas y que ayudó a establecer y ejecutar el Proyecto Casandra. «Desmembraron en forma serial todo este esfuerzo que estaba muy bien respaldado y dotado de recursos, y eso se hizo de arriba a abajo».

Asher agregó que los funcionarios de Obama obstaculizaron los esfuerzos para detener a los principales operativos de Hezbollah, incluyendo a uno de los principales proveedores de armas del presidente sirio, Bashar Assad.

Los ex funcionarios de Obama, por su parte, dijeron que buscaban mejorar las relaciones con Irán como parte de una estrategia amplia para evitar que Teherán adquiriera un arsenal nuclear, pero no trataron de desbaratar el Proyecto Casandra por algún motivo político.

«El mundo es mucho más complicado que lo que se ve a través del estrecho lente del narcotráfico», dijo un ex funcionario de seguridad nacional de la era Obama. «No vas a dejar que la CIA gobierne el gallinero, pero tampoco dejarás que la DEA lo haga. Su enfoque a cualquier cosa tan complicada como Hezbollah tendrá que involucrar el [proceso] interinstitucional, porque el Departamento de Estado tiene un pedazo del pastel, la comunidad de inteligencia tiene otro, el Tesoro lo tiene, el Departamento de Defensa también».

Politico subrayó en su informe que las fuentes independientes del Proyecto Casandra confirmaron las acusaciones hechas por los miembros de su equipo.

Citó a una funcionaria del Tesoro en la Administración Obama, Katherine Bauer, quien presentó un testimonio escrito elevado el mes de febrero pasado al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes reconociendo que «bajo la Administración Obama … estas investigaciones [relacionadas con Hezbollah] fueron aplastadas por temor a jorobar con Irán y poner en peligro el acuerdo nuclear».

Luego que se implementara oficialmente el acuerdo nuclear, en enero de 2016, los funcionarios del Proyecto Casandra, tales como John Kelly, un veterano agente de supervisión de la DEA, dijeron que fueron transferidos a otras asignaciones.

Como consecuencia, el reporte enfatiza que el gobierno de EE. UU. no solo «perdió la perspectiva» de las operaciones del tráfico de drogas de Hezbollah, sino también de otros aspectos de sus vastas actividades criminales en todo el mundo.

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