Sus padres fueron el general Abelino Castellanos e Isabel Contreras. Realizó estudios militares en la Escuela Politécnica Militar (en El Salvador) y en Italia. Ejerció su carrera militar durante 26 años, hasta alcanzar el rango de segundo jefe del Estado Mayor General del Ejército de la República de El Salvador. Se casó con María Schürman, de nacionalidad suiza, con quien tuvo tres hijos.
En 1937 fue designado cónsul general en Liverpool (Inglaterra) bajo el acuerdo nº 231. Al año siguiente (1938) fue asignado al consulado de El Salvador en Hamburgo (Alemania) bajo el acuerdo nº 82, y finalmente fungió como cónsul en Ginebra (Suiza) entre 1941 y 1945.
Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras trabajaba como cónsul general de El Salvador en Ginebra, y estando de acuerdo con el empresario judeo-húngaro György Mandl y en cooperación con el representante del Congreso Mundial Judío Abraham Silberschein, ayudó a salvar a 40.000 europeos de Europa Central y a judíos de la persecución nazi dándoles papeles falsos y acreditándolos como ciudadanos salvadoreños, entre ellos al propio György, quien cambió su nombre a George Mandel-Mantello y poco tiempo después de obtener documentos que lo acreditaban como diplomático salvadoreño fue requerido, tanto él como su familia por la Gestapo, debido a su ascendencia judía. Los documentos emitidos por Castellanos ayudaron a que miles de ciudadanos de Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania fueran protegidos por la Cruz Roja internacional.
En 1995, el entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton exaltó el trabajo de los cuerpos diplomáticos salvadoreños por haber rescatado a miles de personas durante el Holocausto. En 1999 se inauguró la calle El Salvador, en el barrio de Givat Masua (Jerusalén). En 2010, Yad Vashem le otorgó a Castellanos el título de “Justo entre las Naciones”.
Fuente: Wikipedia
Muchas gracias por la reseña de ese » Justo de las naciones» no sabía mucho de los detalles que aquí en Aurora aportan .
Y me alegro mucho que tenga su lugar en el Yad Vashem de Jerusalén, como Salvadoreño me siento muy honrado .
Es un privilegio otorgado a este gran Salvadoreño.