El espía judío estadounidense, Jonathan Pollard, que cumplió 30 años tras las rejas, después de haber sido condenado por vender documentos clasificados a Israel, llegó al país en horas de la madrugada con su esposa Esther.
Israel confirió a Pollard, actualmente de 66 años, la ciudadanía en 1995, y ha llegado al país con intenciones de inmigrar y radicarse en Jerusalén.
El ex analista de la Marina de Estados Unidos fue detenido en 1985 y condenado a cadena perpetua en 1987 tras haberse declarado culpable de espionaje.
En 2015, fue dispuesto bajo el régimen de libertad condicional por cinco años con una restricción que le impedía viajar al exterior.
El mes pasado, el Departamento de Estado anunció que parece improbable que Pollard vuelva a delinquir y puede ir a vivir donde le plazca.
La libertad plena de Pollard tiene lugar durante los últimos días de la Administración Trump. El presidente electo Joe Biden, quien se desempeñó como vicepresidente bajo la Administración Obama, declaró en el pasado su fuerte oposición a la libertad de Pollard.
Pollard arribó al país junto con su esposa Esther -quien está luchando desde hace un tiempo contra la enfermedad del cáncer-, en un avión privado propiedad del multimillonario estadounidense Sheldon Adelson. En la pista de aterrizaje del aeropuerto fue recibido por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien le entregó su nuevo documento de identidad israelí.
“Ahora puedes comenzar una nueva vida, con libertad y felicidad. Ya estás en casa”, le dijo el primer ministro después de que Pollard se quitara la máscara y besara de rodillas la pista de aterrizaje.
“Estamos emocionados de estar por fin en casa. No hay nadie que esté más orgulloso de su país y de su líder que nosotros. Esperamos convertirnos en ciudadanos productivos lo antes posible”, aseveró Pollard.
El matrimonio Pollard deberá ingresar en cuarentena, como todas las personas que entran a Israel.
La ministra de Asuntos de la Diáspora, Omer Yankelevich, del partido Azul y Blanco, le dio la bienvenida a Pollard en un mensaje de Twitter: “Jonathan, que bueno que estás en casa”. El ministro de Finanzas, Yisrael Katz, del partido Likud apuntó: “Bienvenido a Israel”.