El personal diplomático de la Embajada israelí en Ammán, incluyendo el guardia de seguridad que dio muerte a dos ciudadanos jordanos, tras ser atacado por uno de ellos, regresó a Israel, tras una conversación telefónica entre el primer ministro, Biniamín Netanyahu, y el rey Abdallah II, que puso fin a la crisis de 28 horas de duración.
Netanyahu dialogó con la embajadora, Einat Schlein, y el guardia de seguridad, tras su retorno a Israel a través del Puente Allenby, preguntándoles por su estado y ofreciéndoles la bienvenida.
La Oficina del Primer Ministro manifestó que el regreso del personal diplomático fue posible gracias a la cooperación cercana entre Israel y Jordania.
La embajadora Schlein agradeció a Netanyahu “por todos los esfuerzos que hizo para traernos de regreso a casa”.
El guardia de seguridad, Ziv, se hizo eco de esos sentimientos destacando que “sé que todo el país está detrás nuestro. Usted me dijo ayer que regresaría a casa y eso me calmó, y luego sucedió. Le agradezco de todo corazón”.
Las autoridades jordanas, por su parte, anunciaron haber completado la investigación sobre el incidente.
Según la Dirección General de Inteligencia de Jordania (DGI), mientras dos personas comenzaron a trabajar para instalar muebles, se desató una discusión entre uno de ellos -el hijo del dueño de la mueblería- y un empleado de la Embajada israelí que vive en el apartamento.
La discusión, según el DGI, era sobre un retraso en completar el trabajo en el tiempo acordado, y tuvo lugar mientras el propietario del apartamento, médico de profesión, y el guardia de seguridad del edificio estaban presentes.
Al calor de la discusión, según los jordanos, el hijo del dueño de mueblería, de 17 años, atacó al guardia de seguridad israelí, que resultó herido y respondió abriendo fuego contra el agresor, hiriéndolo de gravedad. El dueño del apartamento que estaba cerca fue alcanzado por una bala perdida. Ambos jordanos fueron evacuados al hospital, pero sucumbieron a sus heridas.
Las fuerzas de seguridad jordanas que arribaron a la escena rodearon el edificio de la embajada para iniciar una investigación sobre el incidente y trataron de interrogar al guardia de seguridad.
Pero, Israel recordó a Jordania que de acuerdo con la Convención de Viena, el oficial de seguridad, en tanto que miembro del cuerpo diplomático, goza de inmunidad frente a cualquier cargo y demanda civil en Jordania, y no será arrestado ni interrogado.
Los jordanos acordaron permitir que el resto del personal diplomático saliera de la embajada; pero insistieron en que el guardia debía permanecer para ser interrogado. El personal diplomático israelí se negó a regresar al país sin el guardia.
El director del Servicio de Seguridad General (Shabak), Nadav Argaman, voló a la capital jordana para investigar el incidente y hablar con el guardia. Argaman, acompañado por investigadores jordanos, realizó una reconstrucción de los hechos. Luego regresó a Jerusalén para informar al primer ministro sobre los desarrollos.
Netanyahu también conversó telefónicamente con el rey Abdallah de Jordania para resolver la crisis.
Según un funcionario jordano, en el marco de las conversaciones entre Ammán y Jerusalén, Israel hizo promesas relacionadas con la remoción de los detectores de metales de las entradas al Monte del Templo de Jerusalén.
Sin embargo, la Oficina del Primer Ministro negó que Jordania hubiese condicionado el regreso del guardia a Israel a la remoción de los detectores de metales en el Monte del Templo