Todos los años, Transparency International publica lo que llama el Índice de Percepción de la Corrupción, en el que rankea a todos los países según distintos indicadores de corrupción.
En el último informe, que refleja los datos de 2024, Israel ha mejorado ligeramente su posición, mientras que potencias como Estados Unidos y Francia, así como regímenes autoritarios como Rusia y Venezuela, registraron sus peores resultados en más de una década.
Transparency International informó que los niveles de corrupción en el mundo siguen siendo alarmantemente altos y los esfuerzos por reducirlos están perdiendo fuerza. Además, 47 de los 180 países evaluados alcanzaron su puntuación más baja desde que se implementó la metodología actual en 2012, como es el caso de Estados Unidos, que descendió de 69 a 65 puntos y cayó del puesto 24 al 28.
Por otro lado, Israel obtuvo una puntuación de 65 sobre 100 en el índice de 2024, lo que representa un aumento de dos puntos con respecto al año anterior y lo sitúa en el puesto 30 a nivel mundial.
El índice mide la percepción de la corrupción en el sector público utilizando datos de 13 fuentes, entre ellas el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial y consultoras especializadas en riesgos y gobernanza.
La corrupción en Israel debería ser mucho más sencillo combatirla que los casos como el de España, uno de los países occidentales más corruptos desde siempre, pero donde el origen de mucho del dinero negro o corrupto procede de muchas más diversas fuentes, con delitos que apenas se dan en Israel, como la prostitución, el narcotráfico, el empleo ilegal, las empresas y negocios ilegales que no cotizan a hacienda, etc. etc. etc., esto al margen del amiguismo o las redes clientelares para favorecer a las amistades, corrupción que los españoles incluso puede hacer con dinero legal, si bien el dinero negro procedente de los criminales o de las mafias es el que abunda y de alguna manera deben blanquear o deshacerse de tanto dinero.
Una estimación del costo total de la corrupción en España, de 90.000 millones de euros robados anualmente, en un contínuo, la ofreció la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un organismo público oficial de las misma democracia de España, de los 90.000 millones de euros al año el coste de estos delitos en España, más de la mitad, 47.500 millones de euros al año, el 4,5% del PIB, correspondería a los sobrecostes administrativos por las deficiencias en el control de las contrataciones públicas, por lo que la corrupción sería el equivalente a un impuesto implícito al ciudadano, una pérdida, un gravamen imprevisto que no se factura y no se presupuesta. Los otros 40.000 millones serían los absorbidos, directa o indirectamente, por las muchas formas de corrupción existentes. Se trata de una de las estimaciones, ya que naturalmente nadie conoce a ciencia cierta las cifras o estadísticas reales, sobre todo la derechona y los fascistas españoles son especialistas en no dejar pruebas. En realidad, esta misma cifra de los famosos 90.000 millones de euros tirados a la basura, anuales, ha circulado por los muchos medios españoles durante muchos años pero haciéndose eco de una estimación del partido de los «verdes» europeos, una estimación aun más refutable o sin fundamentarlo con pruebas. Con 90.ooo millones de euros, robados al año, se podrían hacer muchas cosas, seguramente incluso ofrecer un sueldo mínimo a todos los españoles, sin tantas preguntas ni papeleos, no como ocurre ahora mismo en España por culpa de los gobiernos de socialistas y comunistas que por primera vez en toda la Historia de España están regalando dinero gratis a los pobres. Anteriormente, en España hasta hace unos pocos meses no existía ningún tipo de ayuda pública oficial para los pobres o para parados de larga duración, aparte de que la oficina del paro no sirve para nada. Como mucho, antes se encargaban la organización católica Cáritas, de la Iglesia Católica Española, que algunos asocian a la secta ultracatólica del Opus Dei, estos solo daban una pequeña paga mensual a los que demostrasen que eran pobres de solemnidad tras una visita de sus voluntarios ultracatólicos, o en años recientes existía otra pequeña paga mensual de manera oficial, solo durante 6 meses, a los que demostrasen que eran pobres con «papeleos» o tras comprobarlo con la vista de un par de funcionarios de los gobiernos regionales. Con los actuales gobiernos de socialistas y comunistas solo son necesarios los «papeleos», es decir, presentar certificados de la cuentas del banco, de las propiedades inmuebles y el impuesto de la renta, si bien, naturalmente, lo que a los socialistas y comunistas parece ser que se les olvidó es que España es el país occidental con más economía sumergida, es decir, con más dinero negro circulando del narcotráfico, prostitución, robos, mercenarios criminales, etc., dinero que nunca aparecen en los «papeleos» oficiales.
Dinero negro que no aparecen en los «papeleos» son también las corrupciones, o los inmigrantes contratados ilegalmente, o también los típicos chapuceros españoles albañiles, fontaneros, electricistas, etc. que siempre trabajan «sin factura», por ser empresas ilegales o para no pagar impuestos, o también para no ofrecer a sus víctimas ninguna garantía por sus trabajos chapuceros, y estos españoles aun siguen muy vigentes por mucho que ahora en España exista una cierta campaña popular o patriotera populista para manipular con una España moderna o contra la imagen de país tercermundista que sigue siendo en aspectos como este.
El nuevo partido fascista español Vox también está dando la murga con las corrupciones, es normal, todo español que se precie de serlo ya sabe el largo historial de corrupciones que tienen prácticamente todos los partidos españoles de cualquier ideología y también los separatistas, siendo muy famosos los casos de corrupción de los socialistas del PSOE durante sus primeros gobiernos en la actual democracia, y los recientes de la derechona del Partido Popular, como el gran escándalo del caso Gürtel, o las escuchas anuladas en el caso Naseiro durante una investigación policial contra el narcotráfico de cocaína con grabaciones telefónicas, naturalmente permitidas por un juez español, pillaron al ex-Ministro derechista Zaplana, el mismo que muchos años más tarde se convertiría en uno de los corruptos políticos de la derechona. Aunque en las conversaciones que mantenía Zaplana con un compadre gallego de su partido éste se mofaba de la política española, con el característico gracejo y desparpajo español, donde se jactaba de que él estaba en política solo para robar los dineros públicos, sin embargo, el Tribunal Supremo ordenó destruir todas las grabaciones por no estar relacionadas con el delito que se debía investigar, que no era otro que el de una mafia gallega dedicada al narcotráfico de cocaína… o quizás era del revés, que el delito a investigar era la corrupción y pillaron lo del asunto de la cocaína de pura chiripa. O entre los partidos separatistas destacan los nacionalistas catalanes de derechas con el escándalo del clan Pujol, sin olvidar a los pequeños partidos locales como el partido GIL en la Marbella de Jesús Gil, con el caso Malaya ostentado la plusmarca mundial de corrupción con 3.000 millones de euros de dineros públicos tirados a la basura.
Esto por no mencionar los muchos dineros negros de la prostitución, el narcotráfico de todo tipo de drogas aunque sobre todo la cocaína es la droga que da más beneficios, robos de coches, estafas, mercenarios asesinos, etc. etc. etc. En el año 2014 la economía española oficialmente fue 26.193 millones de euros más grande, porque el PIB engordó repentinamente como fruto de un cambio en la forma de medir la actividad económica obligado por el Sistema Europeo de Cuentas (SEC) y desde entonces, y con efectos retroactivos, ya no se calcula igual lo que aportan al PIB algo tan complicado de contabilizar como la economía ilegal, básicamente el tráfico de drogas y la prostitución (también el contrabando de tabaco y otros delitos), y al margen estaría la economía sumergida. El conocido escritor italiano Roberto Saviano, que desde hace décadas vive escondido por las amenazas de muerte de las mafias italianas desde que las sacó «muy feas» en su famosa novela «Gomorra», y en las famosas película y serie de televisión homónimas, ha advertido en numerosas ocasiones que mafias como las italianas llevan desde España gran parte del gran negocio de la cocaína que se distribuye en toda Europa, cocaína procedente de los países latinoamericanos, además las mafias reinvierten los enormes beneficios de la cocaína en negocios inmobiliarios y de ocio, sobre todo en la turística costa mediterránea, mientras los banqueros españoles, empresarios y demás van riéndoles las gracias… claro que cada vez que Saviano aparece en los diarios y televisiones españoles para decir algo sobre España, naturalmente nunca para decir nada positivo de España, más bien a ojos de los españoles parece un cuentista o un loco, porque los españoles nunca han oído nada ni parecido de otras fuentes, no tienen la menor sospecha de que algo así pueda estar sucediendo en España.
Otra estimación de una fuente oficial, del costo total de la corrupción en España, es de 90.000 millones de euros robados anualmente, en un contínuo, que ofreció la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un organismo público oficial de la misma democracia de España. De los 90.000 millones de euros al año el coste de estos delitos en España, más de la mitad, 47.500 millones de euros al año, el 4,5% del PIB, correspondería a los sobrecostes administrativos por las deficiencias en el control de las contrataciones públicas, por lo que la corrupción sería el equivalente a un impuesto implícito al ciudadano, una pérdida, un gravamen imprevisto que no se factura y no se presupuesta. Los otros 40.000 millones serían los absorbidos, directa o indirectamente, por las muchas formas de corrupción existentes. Se trata de una de las estimaciones, ya que naturalmente nadie conoce a ciencia cierta las cifras o estadísticas reales. Y justo esta misma cifra de 90.000 millones de euros tirados a la basura, anuales, ha circulado por los medios españoles durante muchos años pero haciéndose eco de una estimación del partido de los «verdes» europeos, una estimación aun más refutable o sin fundamentarlo con pruebas.
Con 90.000 millones de euros, robados al año, se podrían hacer muchas cosas, por ejemplo mejorar el sistema público de pensiones y la sanidad pública gratuita, cuando España siempre ha sido un países que aspiraba a copiar a los países nórdicos, nada que ver con imitar al muy esperpéntico sistema público de Estados Unidos como todo indica que está haciendo España desde hace años. Sobre todo fueron los gobiernos de la derechona del Partido Popular, los más corruptos y los que más dinero robaron en la actual democracia, los que comenzaron los fuertes recortes en los servicios pùblicos para que las cuentas de España salieran en Europa, estos gobiernos fueron denominados “los neocon españoles” o copias baratas de los gobiernos republicanos norteamericanos más ultraliberales, también fueron la cusa de las muchas muertes masivas selectivas que se produjeron en España por la pandemia de coronavirus, con miles de enfermos hacinados en los hospitales públicos españoles sin poder ser atendidos debido a por la falta de medios y de personal sanitario, y miles de ancianos fueron abandonados a su suerte en las residencias públicas que fueron privatizadas por los gobiernos de la derechona, para enriquecer a sus amistades que no miran otra cosa que no sean los beneficios.
Seguramente tanto dinero robado anualmente incluso daría para ofrecer un sueldo mínimo a todos los españoles, sin tantas preguntas ni papeleos, no como ocurre ahora mismo en España por culpa de los gobiernos de socialistas y comunistas que por primera vez en toda la Historia de España están ofreciendo un poco de ayuda a los españoles que más lo necesiten. Anteriormente, en España hasta hace unos pocos meses no existía ningún tipo de ayuda pública oficial para los pobres o para parados de larga duración, aparte de que la oficina del paro no sirve para nada. Como mucho, antes se encargaban la organización católica Cáritas, de la Iglesia Católica Española, que algunos asocian a la secta ultracatólica del Opus Dei, estos solo daban una pequeña paga mensual a los que demostrasen que eran pobres de solemnidad tras una visita de sus voluntarios ultracatólicos, o en años recientes existía otra pequeña paga mensual de manera oficial, solo durante 6 meses, a los que demostrasen que eran pobres con «papeleos» o tras comprobarlo con la vista de un par de funcionarios de los gobiernos regionales. Con los actuales gobiernos de socialistas y comunistas solo son necesarios los «papeleos», es decir, presentar certificados de la cuentas del banco, de las propiedades inmuebles y el impuesto de la renta, si bien, naturalmente, lo que a los socialistas y comunistas parece ser que se les olvidó es que España es el país occidental con más economía sumergida, es decir, con más dinero negro circulando del narcotráfico, prostitución, robos, mercenarios criminales, etc., dinero que nunca aparecen en los «papeleos» oficiales.
Precisamente ahora mismo en España la derechona y los del nuevo partido fascista Vox han vuelto a revitalizar sus tradicionales campañas contra los servicios públicos y contra el pago de impuestos, o con los españoles famosos de las redes sociales españolas criticando lo que pagan de impuestos o marchándose a Andorra para no pagar impuestos, por no mencionar que han montado una de sus manipulaciones para echar la culpa a los actuales gobiernos de socialistas y comunistas por las muertes del coronavirus en la sanidad pública y en las residencias públicas privatizadas, incluso una organización denunció al actual gobierno en la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya. La derechona y los fascistas españoles son un esperpento contínuo, sin parar, y encima son unos ladrones y criminales, con y sin empuñar el arma.
Uno de los motivos por el que los españoles apenas conocen detalles sobre las corrupciones, solo el runrún permanente entre la población española y los grandes titulares de portada de los escándalos que de cuando en cuando son juzgados, aunque generalmente con pocas consecuencias o con pocos culpables, casi siempre son uno o dos personajes muy peculiares, que siempre todos dicen lo mismo sobre amenazar con “tirar de la manta”, es decir, amenazan con destapar la trama o red clientelar dando todos los detalles y pruebas para que el resto de corruptos sean juzgados, pero estas amenazas siempre acaban en nada. Otro motivo es que en recientes grandes escándalos se ha publicado en los medios que los principales testigos, o que presentaron pruebas irrefutables como grabaciones ocultas que fueron origen de posteriores investigaciones policiales, son bochornosamente coaccionados, amenazados de muerte y hasta son víctimas de intentos de atentados, como intentos de echar su coche de la carretera o intentos de agresiones con una barra de hierro. Es lo que ocurrió en los casos de la Gürtel de Madrid, con amenazas contra uno de los testigos, José Luis Peñas, que grabó conversaciones de los corruptos, y otra testigo principal que aportó pruebas, Ana Garrido, aparte de las amenazas y los intentos de atentar contra su vida, tuvo que dejar su trabajo de funcionaria y acabó desnudándose en la desaparecida revista interviú para poder comer y pagar las facturas. O el caso del periodista Chema Gil hasta apareció en la ONG internacional Reporteros sin Fronteras, una denuncia contra España por permitir que amenazaran y atentaran contra el periodista y su familia en la muy corrupta región derechista y fascista de Murcia, en esta región también, al juez que es el azote de los corruptos de Murcia le han robado varias veces el portátil.