El sistema de defensa aéreo interceptó este miércoles un «objetivo sospechoso» que sobrevolaba la costa de la turística ciudad de Acre (Ako), ubicada junto al Mediterráneo y cerca de la frontera con Líbano, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que se encuentran en alerta ante un posible ataque de Irán y sus organizaciones terroristas aliadas.
«Un interceptor fue lanzado hacia un objetivo aéreo sospechoso en la zona costera de Acre. No sonó ninguna sirena según el protocolo», informaron las FDI, que se encuentran revisando el incidente.
An interceptor missile was launched toward a "suspicious aerial target" off the coast of Acre a short while ago, the IDF says.
— Emanuel (Mannie) Fabian (@manniefabian) August 14, 2024
No sirens sounded.
The IDF says it is still investigating the incident. pic.twitter.com/sDK74w9hvT
Anoche, las sirenas antiaéreas se activaron en la zona de Malkia, en el norte de Israel, cuando unos 15 proyectiles cruzaban desde Líbano, indica un comunicado castrense, que precisa que los proyectiles cayeron en zonas desplobladas y no causaron víctimas.
Anoche, la Fuerza Aérea de Israel atacó un lanzador y una estructura militar del grupo terrorista chií libanés Hezbollah en Kfarkela y At Tiri, en el sur del Líbano.
La frontera entre Líbano e Israel vive su pico de violencia más álgido desde la guerra de 2006, luego de que Hezbollah comenzara los ataques en octubre pasado, en solidaridad con el grupo terrorista islámico Hamás, que sostiene una guerra con Israel en la Franja de Gaza.
La crisis se agudizó aún más tras la eliminación del máximo comandante de Hezbollah, Fuad Shukr, en un bombardeo israelí a las afueras de Beirut el 31 de julio, en represalia por un ataque con cohete del grupo terrorista chií en el que fueron asesinados doce niños en una cancha de fútbol de la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán, en el norte de Israel.
Horas después, el entonces líder de la oficina política de la organización terrorista islámica palestina Hamás, Ismail Haniyeh, murió en un ataque en Teherán que las autoridades iraníes atribuyen a Israel.
Irán y su «Eje de la Resistencia» -integrado por Hamás y la Yihad Islámica en Judea y Samaria (Cisjordania) y Gaza, Hezbollah en Líbano, los rebeldes hutíes en Yemen, la Resistencia Islámica en Irak y otros grupos terroristas en Siria- juraron vengar esas muertes con un ataque a gran escala, y desde entonces Israel se encuentra en alerta.
Ayer Hamás lanzó dos cohetes desde la Franja de Gaza, de los cuales uno cayó en el mar frente a Tel Aviv, sin dejar víctimas, el otro proyectil no logró cruzar al espacio aéreo israelí y cayó en el enclave costero.
También ayer, al menos dos personas murieron -entre ellas un terrorista de Hezbollah- por el bombardeo de un dron israelí contra un vehículo que circulaba por el área de Barachit, en el sur del Líbano, el último de una serie de ataques selectivos perpetrados por Israel.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, pidió a los ciudadanos del país, especialmente a los del norte, que se mantengan «vigilantes, alerta y preparados».
Sin embargo, reportes en la televisión israelí que citan fuentes iraníes anónimas, aseguran que Irán podría abstenerse de atacar Israel si las negociaciones para un alto el fuego en la Franja de Gaza tienen éxito.
La escalada en la frontera Israel-Líbano que estalló en octubre se ha cobrado la vida de 605 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado 376 bajas entre efectivos y comandantes, algunas en Siria.
En Israel han muerto 48 personas en el norte, de las cuales 22 eran soldados y 26, civiles, incluidos los 12 menores que fueron asesinados en el violento ataque contra la localidad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán.
Agencias colaboraron con este artículo de Aurora