El embajador de Israel en los Estados Unidos y ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que exija a Irán rendir cuentas por sus actos de “terrorismo marítimo” tras el ataque del 29 de julio pasado contra un petrolero de bandera libanesa, propiedad japonesa y operado por una firma perteneciente a un empresario israelí.
Erdan envió una carta al presidente del Consejo de Seguridad, embajador de la India T.S. Tirumurti, instando a “tomar acciones concretas” contra la creciente amenaza iraní.
Al menos un dron kamikaze hizo impacto sobre el petrolero Mercer Street cuando navegaba en aguas internacionales frente a las costas de Omán, asesinando a un ciudadano rumano y otro británico. La nave, de bandera liberiana y propiedad japonesa, es gestionada por la empresa Zodiac Maritime, que tiene su sede en Londres y pertenece al multimillonario israelí Eyal Ofer.
Erdan destacó que las fuerzas iraníes atacaron previamente a dos barcos mercantes en la zona, el Hyperion Ray, con bandera de Bahamas, y de propiedad israelí (el 14 de abril), y el CSAV Tyndall, con bandera de Liberia, que en el pasado perteneció a una firma israelí (el 3 de julio).
El embajador Erdan apuntó al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica iraní como “el principal patrocinador de los grupos terroristas y milicias en toda la región”.
Gran Bretaña, Liberia y Rumania enviaron una carta similar al Consejo de Seguridad poniendo de relieve que es altamente probable que Irán haya estado detrás del ataque al petrolero.
“Este ataque interrumpió y representó un riesgo a la seguridad del transporte marítimo internacional y fue una clara violación al derecho internacional”, expresa la carta.