Por Stéphane Cohen
A pesar de las mejoras de las relaciones, Assad sigue sospechando de Hamas, y su respuesta a la guerra en Gaza estuvo marcada por la retórica pero sin una acción real, debido a cálculos políticos y de seguridad (ataques estadounidenses e israelíes en Siria, el llamado de los Emiratos Árabes Unidos, etcétera).
De hecho, Israel todavía disuade al régimen sirio, y en su discurso más reciente, Nasrallah declaró que Siria ya estaba haciendo todo lo que podía, saliendo de una guerra global y luchando contra el Estado Islámico (ISIS):
«No podemos pedir más a Siria… Siria sufre una guerra global desde hace doce años y está asfixiada por la Ley César, enfrentada a grupos armados a lo largo de cientos de kilómetros y siendo atacada por ISIS bajo la protección de EE.UU. La posición de Siria… no se puede debatir. A pesar de su difícil situación, apoya la resistencia y sufre las consecuencias».
Persisten los ataques esporádicos desde el otro lado de la frontera siria.
Hasta ahora se han informado al menos cinco incidentes, con cohetes y proyectiles de mortero disparados contra los Altos del Golán, así como un ataque con drones kamikaze contra Eilat a través de Jordania.
En respuesta a estos ataques, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron contra objetivos militares sirios, como la 112.ª Brigada, y con mayor severidad después del ataque con aviones no tripulados [drones], cuando ataques aéreos israelíes abatieron a siete combatientes libaneses de Hezbollah y a cuatro soldados sirios en la campiña de Homs, en el centro de Siria.
Paralelamente, surgieron informes sobre el aumento de las actividades de la Unidad 700 de la Fuerza Quds, la transferencia de más sistemas de armas a Hezbollah y las milicias proiraníes, el redespliegue de 1.500 combatientes de Hezbollah de Siria al Líbano y el movimiento de apoderados [proxies] proiraníes más cerca de las fronteras de Israel.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) ha documentado 17 presuntos ataques israelíes en territorio sirio desde el 10 de octubre, con 26 presuntos muertos, lo que indica un aumento de los ataques de las FDI en Siria.
Las operaciones de las FDI incluyeron ataques en los Altos del Golán, pero también contra objetivos en el interior de Siria, como aeropuertos, que clausuraron el Aeropuerto Internacional de Damasco durante un mes.
Las muertes de Hezbollah en Siria pueden estar contribuyendo a la escalada en el frente libanés, como se vio en los enfrentamientos transfronterizos entre Líbano e Israel del 10 al 12 de noviembre.
Tras el aumento del ritmo operativo de Israel en Siria y la menor coordinación con Rusia, las milicias proiraníes están atacando a las fuerzas estadounidenses en Siria.
Hasta la fecha, Estados Unidos ha respondido con dos contraataques «leves».
También se ha informado que Irán ha lanzado una campaña para reclutar operativos pro-Hamas para desplegarlos en las fronteras de Israel.
Parece poco probable que en este momento la impresionante postura militar estadounidense en la región y los contraataques estadounidenses puedan disuadir nuevos ataques contra sus fuerzas.
Por lo tanto, las hostilidades actuales no se limitan a Israel y los palestinos, sino que ya se han extendido al Líbano, Siria y más allá como una guerra indirecta, lo que refleja la estrategia de Nasrallah de la “unidad de los frentes” para rodear a Israel con un “anillo de fuego”. «
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies