La viceministra israelí de Exteriores, Sharen Heskel, achacó a la “legítima defensa” de Israel la operación antiterrorista que lleva a cabo el Ejército israelí en el norte de Samaria.
“Esas zonas se han convertido en terreno fértil para las organizaciones terroristas”, dijo Heskel sobre Yenín o Tulkarem, donde las tropas israelíes entraron con tanques hace semanas.
“Se trata del derecho de Israel a la autodefensa. ¿Se nos permite defendernos de las organizaciones terroristas que atacan y cometen actos asesinos contra nuestros civiles?”, preguntó la viceministra en una rueda de prensa con medios internacionales celebrada en Jerusalén.
Heskel hizo referencia a los “grupos radicales” que según dijo actúan allí y que cometieron “actos terroristas” en enero durante los enfrentamientos que se produjeron en campos como Yenín entre milicias terroristas palestinas y las fuerzas de la Autoridad Palestina (AP).
Según la viceministra, Israel decidió entonces actuar. “Por eso tomamos la decisión de entrar y restablecer el orden, la estabilidad y la paz, para que la gente pueda vivir allí”, dijo.
Para Heskel, la AP debería asumir la soberanía sobre el sistema escolar, las clínicas de salud o la limpieza de las calles.
Respecto a los desplazados y la posible vuelta a sus hogares, el portavoz del Ministerio Oren Marmorstein dijo en la misma rueda de prensa que no es “razonable hacer predicciones” porque “es difícil predecir la actividad operativa en un año”.
El campamento de refugiados de Yenín fue el epicentro de la operación “Muro de hierro” del Ejército israelí, misión antiterrorista destinada a acabar con las organizaciones de la zona.
Progresivamente, las fuerzas armadas extendieron sus actividades a otros campamentos de refugiados que también son bastiones de los grupos terroristas, como el de Tulkarem y el de Nur Shams, ambos en la gobernación de Tulkarem, también en el norte de Cisjordania.