Israel da marcha atrás y no deportará a cientos de ilegales congoleses

Manifestación de inmigrantes ilegales africanos en Tel Aviv Foto: Blue Horizon Wikimedia CC BY-SA 3.0

Israel dio marcha atrás y decidió suspender temporalmente la deportación de cientos de inmigrantes ilegales procedentes de la República Democrática del Congo (RDC), tras la recomendación del Ministerio de Exteriores, que alegó que esta medida pondría en peligro la vida de los afectados.

El ministro del Interior, Arieh Dery, «decidió suspender la decisión de poner fin a la protección colectiva para los ciudadanos de RDC hasta nuevo aviso», anunció la ONG Hotline para Refugiados y Migrantes.

Esta entidad presentó hace meses un recurso al Tribunal de Distrito de Jerusalén con otras asociaciones israelíes de derechos humanos para prevenir la deportación de los residentes congoleses, y la suspensión permanecerá en vigor «hasta nuevo aviso», concretó.

Hotline denuncia que la situación en RDC es «inestable» e insegura para sus ciudadanos, y que muchos de los congoleses que han pedido refugio en Israel «han estado esperando más de una década para que sus solicitudes sean evaluadas», y acusa a las autoridades israelíes de «negarse a evaluar individualmente sus solicitudes».

En octubre, el Ministerio del Interior decidió levantar la protección colectiva que otorgaba a los inmigrantes congoleses desde 2002, y Dery concluyó que no había ningún motivo que impidiera su repatriación, informó el periódico Haaretz.

En el mes de octubre, la Autoridad de Población e Inmigración, dependiente de Interior, notificó a cientos de residentes congoleses que tenían un límite de noventa días para abandonar el país, y que después ya no recibirían más permisos de residencia para permanecer en Israel, aunque la Justicia israelí congeló esta medida el pasado diciembre tras el recurso presentado.

El este y el noreste de la RDC llevan años sumidos en un largo conflicto alimentado por decenas de grupos rebeldes, a pesar de la presencia del Ejército local y de las fuerzas de la misión de la OTAN en el país (MONUSCO).

La región nororiental también sufre actualmente un fuerte brote de ébola, con 900 casos de contagio y 565 muertos por esta letal epidemia.

A parte de la población congolesa, en Israel hay unos 38.000 inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo procedentes de países africanos, la mayoría eritreos y sudaneses.

El Gobierno activó el año pasado un controvertido plan de expulsión forzosa de decenas de miles de ellos, aunque finalmente quedó cancelado y no se puso en marcha. EFE y Aurora

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