Luego de la escalada de tensión entre Israel frente a las agresiones del grupo terrorista Hamás, diversos gobiernos se expresaron en el mundo. En América Latina, si embargo, hubo diferencias notables entre los comunicados oficiales.
Por un lado, hubo países que condenaron sin medias tintas las acciones de Hamás, destacando el derecho israelí a defenderse. Uruguay, Honduras, Guatemala fueron algunos de ellos.
El gobierno de Luis Lacalle Pou, por ejemplo, condenó «la realización de actos terroristas y el recrudecimiento de los ataques perpetrados desde Gaza contra el territorio israelí”.
Por otro lado, países como Chile, Nicaragua y México manifestaron su preocupación por la violencia, aunque no mencionaron directamente a Hamás.
La diplomacia chilena expresó su “honda preocupación por la escalada de violencia originada en Jerusalén, hoy extendida a otras ciudades, y su secuela de víctimas inocentes”.
Por el lado de Argentina, si bien oficialmente se condenó «la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza», no mencionó a Hamás.
Además, el gobierno de Alberto Fernández también critico «el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes» frente a las violentas marchas árabes en Sheikh Jarrah.
Finalmente, los gobiernos de Cuba y Venezuela, como era de esperarse, solamente tuvieron palabras para atacar a Israel. Sin palabras para la agresión terrorista, el gobierno de Nicolás Maduro exigió «el fin de esta nueva fase de violencia sionista contra el pueblo palestino».