El Ministerio de Salud de Israel presentó este miércoles una ambiciosa reforma del sistema público de desarrollo y rehabilitación infantil, con una inversión total de 300 millones de shekels. El objetivo es reducir las prolongadas listas de espera y garantizar una atención equitativa para todos los niños del país.
Hoy en día, muchas familias se ven obligadas a esperar entre seis meses y un año para acceder a diagnósticos y terapias esenciales en el sistema público. De esta manera, aquellos que pueden permitírselo recurren al sector privado, con costos que oscilan entre 300 y 450 millones de NIS por sesión. Esta situación generó una brecha significativa entre niños de familias con y sin recursos.
La reforma comenzará a implementarse en septiembre de 2025 y su objetivo es agilizar el acceso a los servicios, eliminar gradualmente el modelo de reembolso privado y fortalecer la red pública.
Según números oficiales, durante el 2024 se brindaron más de 2,3 millones de tratamientos, de los cuales más de 400.000 fueron realizados bajo el esquema de reembolso. Para las autoridades, es fundamental poder construir un sistema completamente público, accesible y equitativo, donde ningún niño quede excluido por limitaciones económicas.