Israel al día: Israel, 73 años

Torre de David, en la ciudad antigua de Jerusalén, adornada con las banderas de Israel. Foto/Haim Pinedo.

Ayer, a la puesta del sol, la calle Yafo de Jerusalén, una vía muy transitada que comunica la ciudad antigua con la moderna, cerró el paso al transporte público para dar comienzo a las celebraciones de Yom Haatzmaut, el Día de la Independencia del Estado de Israel, que cumple 73 años, hoy, jueves 15 de abril o 5 del mes de iyar, en el calendario hebreo.

Por la noche, el ambiente era muy festivo. Una gran cantidad de personas, en su mayoría jóvenes, ortodoxos y laicos, se dieron cita en la calle Yafo, unidos bajo la bandera de Israel, una bandera con la Estrella de David en color azul sobre fondo blanco, que fue adoptada cinco meses después de establecimiento del Estado, el 14 de mayo de 1948.

Ayer, por la tarde, en vísperas de Yom Haatzmaut, recorrí los barrios de la ciudad antigua. Y frente al Kotel Hamaaraví, el Muro de los Lamentos, presencié el cambio de guardia de los soldados que, muy solemnes, custodiaban el fuego encendido por el Yom Hazikarón, el Día del Recuerdo, que se conmemora el 4 de iyar, es decir, un día antes del Día de la Independencia, por los soldados caídos que dieron su vida por el establecimiento y la preservación del Estado.

En ese instante, recordé la famosa frase del periodista, dramaturgo, actividad político y escritor austrohúngaro de origen judío, fundador del movimiento sionista moderno, Teodoro Herzl, quien dijo: “Si lo deseáis, no será un sueño”, acerca del levantamiento de la patria del Pueblo de Israel.

Soldados israelíes, en el Muro de los Lamentos, montando guardia en memoria por los caídos de Israel. Foto/Haim Pinedo.

Cuánta razón tuvo Herzl, un adelantado en su tiempo.

Finalmente, el Estado se cimentó con esfuerzo y sacrificio, que provino, en  parte, de muchos sobrevivientes del exterminio nazi, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), así como de aquellos judíos que emigraron a la Tierra Prometida, a finales del siglo XIX, para sentar las bases de una patria.

Mientras estaba ahí, en el Muro de los Lamentos, me di cuenta de que el trabajo no ha terminado. El Estado de Israel de nuestros días, el que hemos heredado, una patria moderna, con una economía de primer mundo, cuna de muchos avances científicos y tecnológicos, debemos preservarlo y continuar construyéndolo, día a día.

Hoy, muchos israelíes celebraron Yom Haatzmaut en los parques de sus ciudades, donde las familias se reunieron al aire libre, mientras disfrutaban de sus asados. Una celebración de libertad por doble partida, tras la apertura del país luego de los tres cierres que hubo a causa del Coronavirus.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.