Israel al día – Avi Maoz, un sionista religioso en contra de los derechos feministas y LGTB

Screenshot - Noam

Las próximas elecciones legislativas en Israel, el 23 de marzo, tras ser el cuarto llamado a las urnas en menos de dos años, van a dar mucho de qué hablar. Pero eso es tema para otra columna. Ahora me quiero enfocar en las declaraciones retrógradas de uno de los candidatos del partido Sionismo Religioso: Avi Maoz.

Vamos a ver. Maoz es miembro en la lista de la derecha, encabezada por Bezalel Smotrich. Y recientemente dijo, a un medio de comunicación israelí, que espera que “las mujeres se casen y críen una familia”, limitando así el rol de la mujer en la sociedad. Pero ahí no quedaron sus declaraciones, no. Señaló que las familias no tradicionales, es decir, no sionistas religiosas, son “una amenaza para el Pueblo de Israel”.

Eso significa que un número considerable de judíos israelíes, en una población de 9 millones de habitantes en el Estado, deberían quedar excluidos del Pueblo de Israel, por ser una “amenaza”, al no compartir la ideología de Maoz.

El candidato a la Knesset (Parlamento israelí), que ocupa el sexo lugar de la lista de la derecha, declaró también que está en contra de los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), y el servicio de la mujer en el Ejército israelí. En otras palabras, todo lo que no va en dirección del pensamiento de este político, está mal. Y, por ende, “es una amenaza para el Pueblo de Israel”.

Maoz agregó que “la mayor contribución que pueden hacer –las mujeres– al Estado es que se casen y, con la ayuda de Dios, críen una familia”.

Como es de suponer, no es la primera vez que la extrema derecha lanza semejantes declaraciones retrógradas.

De cara al llamado a las urnas, una encuesta elaborada por Panels Politics y publicada por el diario israelí Maariv menciona que el partido Sionista Religioso podría alcanzar solamente cuatro escaños en la Kneset. Pero en la carrera política todo cuenta. Si no, pregúntenselo al primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien ha buscado apoyo en la extrema derecha con el fin de mantenerse en el poder.

Por ello, a principios de 2021, la comunidad LGTB de Israel montó en cólera, luego de que Netanyahu formara alianza con la extrema derecha para asegurarse la victoria en las próximas elecciones.

Pero como el mandatario se las sabe todas, le puso un pañito tibio al asunto. Hace un tiempo atrás, le solicitó a sus aliados, sin convicción, que “se solidaricen –la extrema derecha– con nuestros hermanos y hermanas de la comunidad LGTB”. No se rían. Eso dijo Netanyahu, con toda la solemnidad del caso.

Sin embargo, Avi Maoz, presiente de Noam, uno de los partidos que forma la derecha sionista, dejó en claro que en la unión Netanyahu-extrema derecha no hay cabida para esos “hermanos y hermanas”, tras mencionar que “un país que reconoce a dos padres y dos madres en una familia no es normal”. Y ya saben lo que eso significa para Maoz. Sí: “una amenaza para el Pueblo de Israel”.

No hace falta tener una bola de cristal para darse cuenta de que, si continuara la era Netanyahu, tras ganar el primer ministro los próximos comicios, su gobierno no será color de rosa con un matrimonio con la extrema derecha. Porque algunos hijos del Pueblo de Israel, es decir, la comunidad LGTB, serán rechazados por esa corriente política, luego de haber votado al Likud, el partido oficialista, probablemente en más de una elección.

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