Irán y los talibanes: enemigos acérrimos o socios potenciales

19 septiembre, 2021 , , ,
Imagen: CIA World Factbook

Por el Embajador Dore Gold

  • Sin embargo, los iraníes también siguieron con la estrategia de suministrar armas y dinero en efectivo a las unidades de los talibanes, así como entrenar a los combatientes talibanes, utilizando la Guardia Revolucionaria Iraní.
  • Posteriormente, Irán desplegó la División afgana de Fatemiyoun en Siria, que se convirtió en la mayor milicia extranjera involucrada en los combates allí.
  • Tanto Irán como los talibanes estaban comprometidos a ver debilitado el poder de Estados Unidos en Afganistán. Pero ahora que los estadounidenses se han ido, ¿queda alguna base para la cooperación entre Irán y Afganistán?
  • ¿Intentará Irán sumar a su causa el peso demográfico de las comunidades chiitas de Afganistán y Pakistán?

Apenas los talibanes emergieron como una fuerza política en Afganistán en 1994, quedó claro muy rápidamente que sus relaciones con su vecino occidental, Irán, se basaban en su mayormente en la hostilidad mutua. Ambos eran extremistas radicales de la divisoria sunita-chiita con sus sistemas políticos afirmando que el jefe de su movimiento servía como el líder de todos los musulmanes. Los talibanes sunitas proceden del grupo étnico pastún de Afganistán, que representa alrededor del 40 por ciento de la población. El Irán chiita fue, con mucho, el estado más grande en términos de población con cerca de 83 millones en 2019; Afganistán, por el contrario, tenía una población de solo 38 millones en 2019.

El potencial de tensiones entre Irán y Afganistán era considerable. En 1997, los talibanes combatieron contra uno de sus mayores rivales domésticos, los hazara, que eran de etnia chií que vivían en Afganistán, pero que solo constituían del 10 al 15 por ciento de su población. (1) Durante ese período, muchos chiitas afganos huyeron a Irán, donde vivieron en campos de refugiados.

El objetivo de los talibanes en esos años era limpiar étnicamente el norte de Afganistán de su población chií, dándoles tres opciones: conversión al islam sunita, mudarse a Irán o la muerte. Las mujeres fueron tomadas como esclavas sexuales. A finales de la década de 1990, Irán y los talibanes estuvieron a punto de ir a la guerra. Primero, 70.000 guardias revolucionarios iraníes con tanques y aviones comenzaron un ejercicio a lo largo de la frontera afgano-iraní. En octubre de 1998, Irán movilizó 200.000 soldados y también comenzó una serie de ejercicios a lo largo de la frontera. (2) Entonces, ¿por qué debería haber siquiera un cuestionamiento sobre las futuras relaciones entre Irán y los talibanes?

La razón es que ese no ha sido el único modelo para las relaciones entre Irán y los talibanes. Los iraníes también siguieron una estrategia de suministrar armas y dinero en efectivo a las unidades talibanes, así como de entrenar a los combatientes talibanes, utilizando la Guardia Revolucionaria Iraní. Irán también estuvo empleando a afganos chiitas en Siria para promover los intereses iraníes en el Levante. Ellos fueron usados para promover la guerra de Irán contra ISIS [Estado Islámico] en territorio sirio. Pero también podrían proporcionar un importante multiplicador de fuerza en Siria para Irán en una futura guerra contra Israel.

Un funcionario iraní reveló a principios de 2017 que había 18.000 afganos combatiendo en la División Fatemiyoun bajo el mando de la Fuerza Quds de Irán en Siria. Algunas estimaciones del tamaño de la División Fatemiyoun alcanzaron los 20.000 o incluso 60.000. Era la milicia extranjera más grande que combatía en Siria. (3) También había una fuerza más pequeña de chiitas paquistaníes luchando en Siria, conocida como Liwa Zainebiyoun, o Brigada Zainabiyoun. En 2019, Washington designó a Fatemiyoun como una organización terrorista internacional por el apoyo que brindaba a la Guardia Revolucionaria de Irán en Siria.

Así que hubo dos posibles cursos de acción para las relaciones entre Irán y los talibanes: rivalidad o cooperación. Ambos estados estaban comprometidos a ver debilitado el poder de Estados Unidos en Afganistán. Ese interés común debería haber llevado a ambos países a una mayor cooperación. Pero ¿qué pasará después de que Estados Unidos se haya retirado de Afganistán? ¿Queda alguna base para la cooperación entre Irán y Afganistán contra el poder estadounidense una vez que se haya ido? Lo más probable es que Irán retome su política de expansionismo hacia Afganistán que ha demostrado hacia el Medio Oriente en su conjunto en los últimos años.

También ha habido factores históricos. El Imperio Persa, cuando era conocido como el Imperio safávida, e hizo oficialmente del chiismo su religión estatal en el siglo XVI, sus fronteras se extendieron mucho más allá de las fronteras actuales de Irán. En el este, el Imperio safávida se extendía hasta lo que hoy es la ciudad afgana de Herat. No debería sorprendernos que uno de los principales idiomas de Afganistán, el dari, sea un dialecto del farsi, el idioma persa. Como el farsi, dari usa el alfabeto árabe. La recuperación de los territorios persas perdidos ha sido un tema de la política iraní hacia el mundo árabe y bien podría servir como motivo para los iraníes en sus relaciones con sus vecinos del este, especialmente Afganistán.

Durante la Guerra Irán-Irak (1980-1988), Irán se encontró aislado ya que tuvo que lidiar con el poder combinado del mundo árabe sunita, así como con otros estados. Agregar el peso demográfico de las comunidades chiitas en Afganistán y quizás Pakistán podría ayudar a Irán a abordar este desequilibrio.

* * *

Notas

(1) Neamatollah Nojumi, The Rise of the Taliban in Afghanistan: Mass Mobilization, Civil War, and the Future of the Region (New York: Palgrave, 2002).

(2) Ahmed Rashid, Taliban: Militant Islam, Oil & Fundamentalism in Central Asia (New Haven: Yale University Press, 2001).

(3) Ahmad Majdyar, “Top Afghan Offical: We Have Evidence Iran Provides Weapons to Taliban,” Middle East Institute, www.mei.edu. Véase también “Leaving Afghanistan,” https://www.pbs.org/wgbh/frontline/film/leaving-afghanistan/, en el cual Najibullah Quraishi investigó cómo los vecinos de Afganistán– particularmente Iran, a través de su milicia apoderada (proxy), Fatemiyoun – está buscando llenar el vacío mientras Estados Unidos se retira.

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs

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