Irán desestimó la advertencia del Jefe de Estado Mayor de las FDI, el teniente general Aviv Kochavi, contra un regreso al acuerdo nuclear de 2015 y su declaración de que había ordenado a las Fuerzas de Defensa de Israel que presentaran planes adicionales para una acción ofensiva para evitar que los iraníes adquirieran un arma nuclear1. Los iraníes tildaron de inútil la advertencia israelí de «guerra psicológica» 2.
Según Mahmoud Vaezi, Jefe de Gabinete del presidente iraní Hassan Rouhani, Israel está preocupado por el saludable nuevo enfoque de la administración del presidente estadounidense Joe Biden hacia Irán y está tratando a través de declaraciones tan duras, junto con varios Estados árabes, incluido Arabia Saudita, de evitar que Washington regrese al acuerdo nuclear con Irán. El portavoz del ejército iraní, el Gen.-Brig. Abolfazl Shekarch enfatizó que Irán se defenderá de cualquier agresión.3
Las cosas, sin embargo, son un poco más complicadas de lo que los iraníes quisieran que creyéramos.
La guerra psicológica de Irán
Incluso si las declaraciones de Kochavi tenían como objetivo dejar en claro a la Casa Blanca la ferviente oposición de Israel a un regreso al acuerdo nuclear, los portavoces y las acciones iraníes están participando en una guerra psicológica mucho más significativa para convencer a Estados Unidos de que regrese al Plan Conjunto de Acción Integral. (JCPOA por sus siglas en inglés).
El 22 de enero de 2021, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Zarif, publicó un artículo en American Foreign Affairs, la prestigiosa revista de relaciones internacionales y política exterior4, con vínculos con la nueva administración estadounidense. En el artículo, titulado «Irán quiere el acuerdo nuclear que hizo, no pida a Teherán que satisfaga las nuevas demandas», Zarif expuso las demandas de Irán para el regreso de Estados Unidos al JCPOA, y portavoces oficiales y no oficiales de Teherán se hicieron eco de su mensaje en los días recientes.
Además, los iraníes no han sido suficientes solo con palabras. Están respaldando su guerra psicológica con medidas que acortan su tiempo de «ruptura» para producir una cantidad suficiente de uranio enriquecido de grado militar para un arma nuclear al comenzar a enriquecer uranio al 20%, instalando centrifugadoras avanzadas en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, acumulando una gran cantidad de uranio enriquecido al 4,5%, y anunciando su intención de producir uranio metálico utilizable en ojivas nucleares.
Estos pasos no solo están destinados a adquirir un arma; tienen como objetivo presionar a Estados Unidos para que regrese al acuerdo nuclear proporcionando una justificación para tal movimiento y presentando como un fracaso la política de «máxima presión» del ex presidente Donald Trump. La clara preferencia de Irán por volver al acuerdo y sus enérgicos esfuerzos con este fin son en sí mismos una prueba de que Kochavi estaba en lo cierto en su análisis de que volver al acuerdo es bueno para Teherán y amenaza la paz regional y global, así como la seguridad de Israel.
Es bastante natural que, como principal asesor del gobierno israelí en asuntos militares estratégicos y operativos, el Jefe de Estado Mayor se refiera a su evaluación de amenazas y a las implicaciones que deriva de ella.
El JCPOA permite a Irán obtener «legítimamente» la capacidad de producir un gran arsenal de armas nucleares para 2030 sin estar expuesto a dificultades económicas o una amenaza militar. También permitió a Teherán apoyar generosamente a sus representantes terroristas e insurgentes en la región y más allá. Por el contrario, en la situación actual, sus esfuerzos se centran en lograr un dispositivo nuclear mientras soporta graves dificultades económicas y tiene que cruzar un umbral en el que puede esperar una acción militar contra sus instalaciones.
La fanfarronería de Irán demuestra la disuasión de Israel
El intento de Teherán de presentarse dispuesto a defender su infraestructura refleja no solo un esfuerzo continuo para mejorar sus capacidades militares pertinentes, sino también el efecto disuasorio de las declaraciones del Jefe de Estado Mayor de las FDI. Irán no se ha vuelto demasiado confiado de repente. Se ha disuadido de desafiar a los estadounidenses tras el asesinato del comandante de la Fuerza Quds, Qassem Soleimani. En el pasado, Irán se abstuvo de desafiar a Estados Unidos o a Israel directamente en reconocimiento de sus capacidades. Por ejemplo, cuando el primer ministro Netanyahu aclaró en la Asamblea General de la ONU en 2012 que la «línea roja» israelí es la acumulación de más de 250 kilogramos de uranio enriquecido al 20%, Irán se aseguró de no cruzar la línea, e incluso cuando produjo un excedente de este material, Irán lo convirtió inmediatamente en óxido de uranio que es difícil de reconvertir para un mayor enriquecimiento.
En otras palabras, a pesar de sus afirmaciones de lo contrario, es probable que los iraníes se estén tomando muy en serio las declaraciones de Kochavi, muy en serio.
De hecho, un acuerdo eficaz con respecto al programa nuclear de Irán debe garantizar que los límites de su capacidad nuclear no se levantarán, se desmantelarán las instalaciones militares, también se restringirán los proyectos de misiles balísticos y que el monitoreo y la inspección se puedan realizar en cualquier lugar y en cualquier momento e incluir el acceso a los científicos relevantes. Un acuerdo eficaz también debe abordar el apoyo de Irán al terrorismo y la desestabilización en todo Oriente Medio.
Notas
1 https://www.jpost.com/israel-news/kochavi-if-there-is-war-in-lebanon-gaza-we-will-strike-houses-656790
2 https://www.israelhayom.com/2021/01/28/iranian-general-we-will-level-tel-aviv-if-israel-makes-slightest-mistake/
3 Ibíd.
4 https://www.foreignaffairs.com/articles/iran/2021-01-22/iran-wants-nuclear-deal-it-made
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs