El Cuerpo de Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI) reveló su nuevo misil balístico que tiene un alcance de mil kilómetros, reportó su agencia oficial de noticias Sepah News.
El anuncio se lleva a cabo en el marco de las celebraciones del cuadragésimo (40) aniversario de la Revolución Islámica, bajo el telón de fondo de las crecientes tensiones con Estados Unidos.
El misil tierra-tierra denominado Dezful es una versión mejorada del viejo modelo Zolfaghar, que tenía un alcance de 700 kilómetros, dijo el general de brigada Amirali Hajizadeh, comandante de la división aeroespacial del CGRI.
La ceremonia para mostrar en sociedad el flamante misil fue encabezada por el comandante en jefe del CGRI, teniente general Ali Jafari y Hajizadeh, en una “instalación subterránea para la fabricación de misiles balísticos”.
La agencia semioficial iraní Fars, cercana a la Guardia Revolucionaria, describió el sitio como una “ciudad subterránea”.
«La presentación de esta ciudad de producción de misiles en las profundidades de la tierra es una respuesta a los disparates que dicen los occidentales, que creen que con las sanciones y las amenazas pueden limitarnos y prevenir nuestros objetivos a largo plazo», manifestó Jafari.
“Los europeos hablan de limitar nuestras capacidades defensivas mientras tienen la audacia [de permitir] que su poder ofensivo sea usado para atacar a la gente inocente en todo el mundo”, añadió.
Jafari explicó que el alcance del misil puede aumentar a 1.300 kilómetros mediante «la introducción de nuevas tecnologías», según reportó la agencia iraní ISNA.
Hajizadeh aseguró que el “poder destructivo” del nuevo misil es dos veces mayor que el Zolfghar, que Irán usó por primer vez en octubre pasado para atacar una base jihadista en Siria.
Irán afirma que ha limitado voluntariamente el alcance de sus misiles a 2.000 kilómetros; pero que esa distancia es suficiente para atacar a Israel y las bases militares de EE.UU. en el Oriente Medio.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, había insistido que se debía limitar el programa de misiles iraníes como precondición para que Washington permaneciera dentro del acuerdo nuclear de 2015. Eventualmente, EE.UU. abandonó el pacto nuclear en mayo de 2018.
Washington y sus aliados exigen a Irán que ponga límites a su producción de misiles balísticos que pueden alcanzar parte de Europa y pronto podrían también llegar al territorio estadounidense. Funcionarios occidentales mantienen que Irán fabrica misiles con capacidad para ser armados con ojivas nucleares.
La Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU insta a Irán a “no realizar ninguna actividad relacionada con misiles balísticos diseñados para ser capaces de portar armas nucleares”.