La visita de Yair Lapid a Bahréin no tardó en generar reacciones en la región. Desde Irán atacaron al gobierno bahreiní, diciendo que la visita de Lapid deja una «mancha que no se borrará» en la historia del país.
«Condenamos cualquier plan que refuerce la presencia destructiva de Israel en la región. Es lamentable que los gobernantes de Bahréin ignoren los crímenes diarios del régimen sionista contra el pueblo oprimido pero resistente de Palestina», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, en un comunicado.
«Esta mancha no se borrará de la reputación de los gobernantes de Bahréin. La gente de la región seguirá oponiéndose al proceso de normalización de los lazos con el régimen sionista», añadió en un texto publicado por IRNA, la agencia oficial del régimen de los ayatolás.
Las tensiones entre Irán y Bahréin son preexistentes a los Acuerdos de Abraham. Sunita, la corona bahreiní se ha enfrentado varias veces frente a la comunidad chiíta.
Durante su visita a Manama, el ministro Lapid apuntó directamente contra Irán. Lapid dijo que «nuestras amenazas también son compartidas y no están lejos de aquí. Junto con nuestros amigos en el Golfo, lideramos una valiente coalición de moderados. Una coalición que mira hacia adelante y crea un futuro próspero de estabilidad y tolerancia».
Además, Lapid se reunió con funcionarios militares estadounidenses en el país árabe. Una muestra de cooperación y frente unido dentro de la región.