Irán anunció que ha apagado dos cámaras de vigilancia de la agencia atómica de la ONU en una de sus plantas nucleareas, horas antes de que se debata una resolución crítica en la Junta de Gobernadores de la OIEA contra Teherán.
El portavoz de la de Energía Atómica de Irán (AEAI), Behruz Kamalvandí, justificó el apagado de las cámaras al considerar que la OIEA no ha considerado la “buena voluntad” de Teherán en su colaboración con el organismo de la ONU, al que acusa de «tener una agenda política».
Kamalvandí, quien supervisó el apagado de las cámaras, advirtió además que Irán puede «tomar más medidas» si continúa la «mala voluntad» de la OIEA. Al mismo tiempo, la AEAI aseguró que continuarán funcionando el 80 % de las cámaras de la OIEA en sus instalaciones nucleares.
La medida de Irán llega horas antes de que la Junta de Gobernadores de la OIEA debata una resolución crítica con Teherán por la falta de transparencia en cuanto al origen de trazas fisibles en tres instalaciones no declaradas como nucleares.
Irán ha atribuido esas trazas a un posible sabotaje y ha acusado a Israel de influenciar al organismo de la ONU.
Teherán además advirtió a los miembros de la Junta de que no aprueben la resolución crítica en su contra, ya que eso tendría «un impacto negativo en las relaciones con el organismo y en las negociaciones nucleares».
Pero esas explicaciones no han tenido efecto. Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania fueron los países que presentaron la resolución que se debatirá hoy.
El choque entre Teherán y la OIEA se da luego de que Teherán haya acelerado sus esfuerzos nucleares y el enriquecimiento de uranio. Según el último informe del OIEA de este mismo mes, Irán tiene ya más de 3.800 kilos de uranio enriquecido en diferentes formas y purezas, que van desde el 5 % hasta el 60 %, un nivel cercano al que se requiere para producir armas atómicas (90%).
Con información de EFE