La Guardia Revolucionaria indicó en un comunicado, citado por la agencia de noticias Tasnim, que el coronel Davood Jafari, consejero militar del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, murió al detonar una bomba cerca de Damasco y culpó a “agentes” israelíes por el incidente.
El cuerpo militar iraní también prometió venganza.
Teherán ha sido un aliado clave de Assad en la guerra en Siria, donde ha enviado efectivos y asesores militares, además de prestarle apoyo económico y político.
La presencia militar iraní preocupa especialmente a EE. UU. e Israel, que ha bombardeado en varias ocasiones blancos iraníes en el país árabe.
Israel ha denunciado que Irán trata de afianzarse militarmente en Siria con el objetivo de abrir un nuevo frente desde esa nación árabe contra el Estado judío.
También ha acusado al régimen de los ayatollahs de enviar armas avanzadas al grupo terrorista libanés chií Hezbollah a través del territorio sirio.
Irán e Israel mantienen una guerra encubierta que incluye ciberataques, supuestos asesinatos a científicos nucleares iraníes y sabotajes a barcos, aunque ninguno de los dos países suele reconocer públicamente sus acciones.
El Estado judío ataca también desde hace años posiciones militares iraníes o de milicias aliadas en Siria para repeler su presencia en la región. Aurora y EFE