Innovaciones para Reducir el Desperdicio de Alimentos: El Caso de Sufresca

Foto: Pixabay

Dalia Rabinovich

Según el Informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (“PNUMA”) sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024, la pérdida y el desperdicio de alimentos generan entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).

Además, en promedio, cada persona desperdicia 79 kg de comida al año. En el año 2022, el mundo desperdició 1.050 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale al 19% de los alimentos disponibles para los consumidores, procedentes tanto del comercio minorista como de los hogares y los proveedores de servicios alimentarios. A esto se suma que el 13% de los alimentos se pierden en la cadena de suministro en el período comprendido entre después de la cosecha y la venta al por menor, según estimaciones de la FAO[1].

El desperdicio de alimentos también tiene graves consecuencias económicas y sociales. Económicamente, se estima que la pérdida y el desperdicio de alimentos cuestan a la economía mundial aproximadamente 1 billón de dólares[2]. Además, el desperdicio de alimentos puede causar ineficiencias en los mercados agrícolas, afectando a agricultores, productores y consumidores. Socialmente, el desperdicio de alimentos agrava la inseguridad alimentaria[3] al no utilizarse de forma eficiente los alimentos que podrían alimentar a quienes lo necesitan. Según la FAO, los alimentos producidos que nunca llegan a consumirse serían suficientes para alimentar a 2.000 millones de personas en todo el mundo[4].

Una persona padece inseguridad alimentaria cuando carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales y para llevar una vida activa y saludable.

Para enfrentar las consecuencias negativas del desperdicio de alimentos, la empresa israelí Sufresca desarrolló recubrimientos comestibles naturales para prolongar la vida útil de frutas y verduras, manteniéndolas frescas. Esta solución simple, asequible y sustentable no sólo disminuye el desperdicio de alimentos, sino que también evita el uso de plásticos. Sufresca contribuye a dos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU: el Objetivo 2 (“Hambre Cero”), que busca un mundo libre de hambre para 2030, y el Objetivo 12 (“Producción y Consumo Responsables”), que promueve modalidades de consumo y producción sostenibles, fundamentales para el bienestar de las generaciones actuales y futuras.

El desperdicio de alimentos es un problema crítico que genera graves impactos ambientales, económicos y sociales. Las innovaciones, como los recubrimientos comestibles de Sufresca, ofrecen soluciones prometedoras que no sólo prolongan la vida útil de los alimentos, sino que también reducen el uso de plásticos, contribuyendo a una economía más sostenible. Adoptar tales innovaciones es esencial para mitigar los efectos del desperdicio de alimentos y avanzar hacia un futuro más sustentable y equitativo.  


[1] https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/45275/Food-Waste-Index-2024-key-messages_SP.pdf?sequence=5

[2] https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/el-mundo-desperdicia-mas-de-1000-millones-de-platos-de

[3] (https://www.fao.org/hunger/es/#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20es%20la%20inseguridad%20alimentaria,una%20vida%20activa%20y%20saludable.)

[4] https://buenosaires.gob.ar/alimentos/consecuencias-del-desperdicio-de-alimentos

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.