El primer ministro, Benjamín Netanyahu, habría aceptado la propuesta de alto el fuego con Hezbollah en Líbano “en principio”, planteada por EE.UU., tras mantener consultas de alto nivel anoche con funcionarios de su gobierno, según filtraciones a los principales medios hebreos.
Aunque el Gobierno de Jerusalén ha aceptado el borrador estadounidense “en principio”, la propuesta aún no es definitiva y deben resolverse varias cuestiones, según oficiales israelíes y estadounidenses citados por la televisión pública Kan, y los diarios Haaretz e Ynet. Este último publica que la respuesta ha sido ya trasladada a Líbano.
La propuesta incluye tres etapas: una tregua seguida del repliegue de las fuerzas del grupo terrorista chií Hezbollah al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano, y por último, negociaciones entre Israel y Líbano sobre la demarcación de su frontera, que en la actualidad es una divisoria fijada por la ONU tras la guerra de 2006.
Un organismo internacional encabezado por Estados Unidos se ocupará de supervisar el cumplimiento del alto el fuego, según la propuesta, aunque Israel espera recibir una carta de Washington en la que confirme su derecho a actuar militarmente si Hezbollah rompe los términos del acuerdo, y si las fuerzas internacionales o las de Líbano no actúan.
El Ejército libanés será el encargado de tomar el control de la zona fronteriza y de evitar el regreso de Hezbollah.
Según los reportes, Netanyahu y su estrecho círculo de colaboradores estudian cómo promocionar el acuerdo entre el público israelí, con el mensaje de que no es un compromiso sino algo beneficioso para Israel. Sin embargo, una reciente encuesta del Canal 12 arrojó que el 64 % de los israelíes está a favor de una tregua en Líbano.
El mediador de la Administración de Joe Biden entre Israel y Líbano, Amos Hochstein, estuvo el fin de semana de visita en Israel, tras haber visitado antes Beirut, para impulsar el alto el fuego.
El enviado estadounidense, que ya logró poner de acuerdo en 2022 a Israel -con el anterior gobierno de Yair Lapid- y Líbano para la demarcación de su frontera marítima y el reparto de la explotación de los yacimientos de gas, advirtió a la parte israelí de que esta es la última oportunidad para un acuerdo impulsado por EE.UU.
Si no aceptan, tendrían que esperar a los esfuerzos de la próxima Administración de Donald Trump, según los reportes. El Canal 12 también informó de que el exembajador de EEUU en Israel Dan Shapiro viajará hoy al país para cerrar los detalles finales.
En paralelo al impulso final al acuerdo, Hezbollah intensificó ayer sus ataques contra Israel disparando más de 250 proyectiles, incluidos misiles y drones, no solo al norte sino también al centro del país, donde las sirenas sonaron repetidamente todo el día y varias personas fueron heridas.
Los mismos reportes señalan que la respuesta de Hezbollah era esperada por Israel a medida que se acercan a finalizar un pacto, como forma de demostrar que aún tienen capacidad de atacar.
Este fin de semana, Israel también intensificó sus frecuentes ataques contra objetivos de Hezbollah el Dahye, el suburbio sur de la capital controlado por el grupo terrorista proiraní; pero también lanzó una potente bomba antibunker contra un edificio del centro de la ciudad.
Israel también quiere aprovechar para dañar la mayor cantidad posible de capacidades militares y financieras de Hezbollah antes de un acuerdo.
Agencias colaboraron con este artículo de Aurora