El domingo 22 de septiembre tuvo lugar una inaguración muy importante en la calle Ruppin, frente a la Biblioteca Nacional de Israel en Jerusalén. En presencia del presidente Isaac Herzog y el alcalde de la ciudad Moshe Lion, se inauguró oficialmente el monumento conmemorativo llamado “Espadas de Hierro”, que busca recordar a los soldados caídos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y a las víctimas civiles de los ataques terroristas.
El monumento fue diseñado por los arquitectos Ollech + Tol, tiene la forma de una estrella de David y está abricado en hierro. Según explicaron sus creadores, representa un árbol roto pero con potencial de crecimiento, simbolizando la capacidad de sanación tras la pérdida.
Durante el evento, el presidente Herzog aseguró que no descansará “hasta que todos los ciudadanos de Israel estén seguros”. Además, en referencia a lo sucedido el día anterior a la inauguración, agregó que “decenas de miles de ciudadanos israelíes se despertaron anoche con un despreciable ataque terrorista, dirigido directamente contra el frente interno israelí, contra los niños, los ancianos, los enfermos, los residentes que simplemente quieren vivir en paz y seguridad”.
Por su parte, el alcalde señaló que el monumento “resalta la magnitud de la pérdida que ha sufrido Jerusalén, al mismo tiempo que transmite la esperanza de días mejores, días por los que todos rezamos y anhelamos ver”.
Además de los discursos, la ceremonia incluyó un momento de reflexión y oración. El rabino Shmuel Slotki, quien perdió a sus dos hijos en la guerra, recitó un capítulo de los Salmos, y Jon Polin, padre de una de las víctimas, lideró una oración por el retorno de los rehenes.
También participaron del evento miembros del consejo municipal de Jerusalén, embajadores, familias en duelo, entre los que se encontraba el rabino Shmuel Slotki y Jon Polin, y también reconocidos artistas israelíes como Omer Adam, Rita, Nathan Goshen y Efrat Gosh.