Según los últimos datos de la Oficina Central de Estadísticas, a pesar de los efectos negativos de la guerra con Hamás y las tensiones con Hezbolá, la economía israelí registró un crecimiento del 1% en 2024, superando la mayoría de las previsiones.
Según los números publicados, el principal motor de esta expansión fue el aumento del 13.7% en el gasto público, impulsado por las necesidades militares y de defensa.
Si bien el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024 fue menor al 1.8% registrado en 2023 y al 6.3% de 2022, las cifras superaron las estimaciones iniciales del Banco de Israel, que proyectaba un crecimiento del 0.6%, y del Ministerio de Finanzas, que preveía apenas un 0.4%.
Además, el aumento en el gasto público estuvo dominado por un incremento del 43.3% en defensa, mientras que la inversión en activos fijos bajó un 5.9% y se registró un descenso del 5.6% en las exportaciones.
Si bien el sector empresarial había sufrido una contracción en meses anteriores, logró un crecimiento del 3.1% en el cuarto trimestre, reflejando una leve reactivación de la actividad económica.