Helene Cazés Benathar, perfil de una gran mujer

24 enero, 2023

Por Dr. Israel Jamitovsky

Cuando se invoca el Holocausto judío generalmente se alude al continente europeo. Aún así conviene recordar que miles de judíos fueron asesinados en Libia, Túnez y Argelia, otros perecieron en campos de concentración o campos de trabajos forzados. Sin perjuicio de ello,  miles de judíos que huyeron de Europa y arribaron a Marruecos fueron salvados y rescatados en mérito a la  iniciativa  y coraje de Helene Cazés Benathar.

Helene nació en Tánger, Marruecos, el día 27 de Octubre de 1898 en el seno de una familia sefardí de Marruecos de sólida posición económica. En 1917 la familia se traslada a Casablanca y su padre detentó importantes cargos en la comunidad judía local. Luego de culminar sus estudios y obtener el bachillerato, culmina sus estudios en la Facultad de Derecho de   Bordeaux (Francia) recibiéndose de abogada. Retorna a Marruecos constituyéndose en la primera abogada mujer de este país y  contra enlace con Moshé Benatahar igualmente activo en la comunidad judía local. Fue la fundadora y primera presidenta de la organización femenina sionista WIZO en Marruecos, activa en el Joint así como en la Cruz Roja del medio.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, residen en Marruecos 200.000 judíos y desde mayo de 1940 hasta noviembre de 1942, el país se encuentra bajo el dominio del régimen pro nazi de Vichy y los judíos son  expulsados del espacio público y sometidos a severas restricciones.  La actividad relacionada con los   judíos  europeos comienza el 5 de julio de 1940 cuando un barco cargado de refugiados judíos y no judíos arriba al puerto de Casablanca y el régimen de Vichy   niega a los viajeros su descenso a tierra. Es entonces que Helene aprovechando su condición de miembro de la Cruz Roja local comienza a ocuparse de los refugiados  brindándoles vivienda, alimentación, indumentaria, asistencia médica y protección jurídica.

 A tales efectos promueve y  funda con otras mujeres y preside el Comité de Asistencia a los Refugiados Extranjeros, echando mano a recursos provenientes de la comunidad judía marroquí, organizaciones internacionales judías como el Joint  y no judías como el Servicio Nacional a Refugiados y la Organización de Ayuda de los Cuáqueros. Parte de la actividad desplegada se ajustó a la normativa pertinente pero en su mayoría era rotundamente ilegal.

Se estima que alrededor de 20 mil exiliados judíos de Europa atravesaron el norte de África y en especial por Casablanca durante la Segunda Guerra Mundial, muchos de ellos indocumentados, de tal suerte que Helene y su organización se las ingeniaron para hacerlos ingresar al país y ocultarlos debidamente.

Asimismo  la mayoría  de los refugiados judíos era totalmente indigente o con recursos limitados y en ambos casos perseguidos por el régimen de Vichy, miles de ellos fueron enviados a Campos de Trabajo en el este de Marruecos. El antedicho Comité encabezado por Helene tomó bajo su cargo a estos  refugiados así como a los refugiados encarcelados en la frontera de Marruecos con Argelia y a los refugiados indigentes que residían fuera de dichos espacios. Helene se valió de distintos locales de la comunidad judía de Casablanca para albergar y dar cobijo a los antedichos refugiados. En otros casos, los ayudaron a ocultarse cuando los refugiados huían de los campos de trabajo en los que estaban recluidos.

El Comité de Asistencia a los Refugiados Extranjeros procuró encontrar ocupación y trabajo a  los  refugiados para evitar el pretexto y la causal de  su expulsión de Marruecos. Recuérdese que en su mayoría carecían de la documentación exigida por las autoridades locales así como medios de sustento por lo que la ayuda brindada se tornó vital. Les hizo  llegar asignaciones mensuales a todos aquellos residentes en los distintos campamentos, financiando igualmente su asistencia médica y dental, adquisición de indumentaria, etc. De no ser así, existía el peligro de  volver a  repetirse la dolora experiencia del buque Saint Louis en 1939 en los cuales se impidió a los refugiados desembarcar en Estados Unidos    y sus pasajeros tuvieron que retornar a Europa.

La vida de Helene corrió peligro al violar clara y permanentemente las normativas en vigor, podía ser detenida en cualquier momento y aun así no cejó en desplegar su actividad En más de una oportunidad  pudo sortear situaciones embarazosas en mérito a sus conexiones con autoridades francesas, en cierto ocasión la policía francesa exigió recibir la documentación del Comité de Asistencia a los Refugiados Extranjeros pero ésta fue oculta  y protegida a tiempo.

En julio y agosto de 1942, Helene obtiene visas  falsas para que niños judíos dejen Francia e ingresen en Casablanca salvando de tal modo sus vidas. En otra oportunidad solicitó un préstamo a judíos locales para posibilitar que refugiados se trasladen de Casablanca a la Isla Martinica y evitar de tal modo que fueron enviados a un campamento de trabajos forzados en el este de Marruecos. Lamentablemente este intento fue infructuoso, Helene fue   amenazada de que  ella misma sería enviada a dichos campamentos, pero esta medida se evitó en mérito a la intervención de un alto funcionario galo. A raíz de ello, el Comité de Asistencia a los Refugiados Extranjeros tuvo que cesar su actividad por cierto tiempo y modificar su rótulo.

UNA INDECLINABLE VOCACIÓN DE SERVICIO

Después de la guerra, en 1948 Helene ayudó a las organizaciones sionistas en todo lo relativo a la radicación de las comunidades judías del Norte de África en Israel en incluso entre 1954 y 1955 es enviada  a disertar ante las comunidades judías de Estados Unidos en el marco de una campaña de recolección de fondos para Israel .Su vocación de servicio trascendió el espacio judío, habida cuenta que erigió un hospital para niños en Trípoli.

Una vez que Marruecos obtiene su independencia en 1956  dirigió su estudio jurídico tanto en Casablanca como en París, hasta que en el año 1962 decidió radicarse definitivamente en París.  Ese mismo año es designada miembro del Fondo de Ayuda Social de la comunidad judía, contándose entre los fundadores de la Organización de Oriundos Judíos de Marruecos en Francia,  entidad a la que comenzará a presidir en 1967.

Helene donó  en su momento su valioso archivo personal  al Archivo de la Historia del Pueblo Judío sito en Jerusalén. Este archivo comprende documentación relativa al Comité de Asistencia a Refugiados Extranjeros, intercambio postal  que mantuvo  Helene con las autoridades francesas, las comunidades judías de Marruecos y organizaciones judías de Estados Unidos, así como la nómina completa de refugiados apresados  en Casablanca o en tránsito por esta ciudad.

En su momento la Federación Sefardí Mundial le otorgó » La condecoración al heroísmo judío» en tanto que el 21 de abril 2020 la Organización B’nai B’rith le concedió póstumamente » la orden de salvación judía», reconocimiento otorgado por esta importante entidad judía  a  héroes judíos que hayan salvado otros judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Helene Cazés Benathar falleció en París el 7 de julio de 1979 a los 80 años de edad. Sobre su lápida asoma la siguiente inscripción:

«A nuestra madre, una mujer legendaria que rescató a tantos seres humanos de sus penurias«.

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