El Gobierno israelí celebró hoy un acuerdo entre la multinacional Unilever y la franquicia de Ben & Jerry’s en Israel que permitirá continuar con la venta de los famosos helados estadounidenses en Judea y Samaria, tras la decisión de la empresa el año pasado de interrumpir sus operaciones allí.
El acuerdo, según informaron medios israelíes, incluye la venta por parte de Unilever -dueña de la empresa de helados- de los derechos comerciales de Ben & Jerry’s en Israel al propietario de la franquicia local, Avi Zinger.
Así, Zinger podrá continuar vendiendo los helados, pero no bajo los auspicios de Unilever ni de la empresa. En base a esto, se verá obligado a reemplazar el logo de la marca, que no podrá estar en inglés sino que pasará a imprimirse en hebreo y árabe.
Este acuerdo llega a casi un año del anuncio de la decisión por parte de la empresa estadounidense y meses antes de su implementación, que estaba prevista para comienzos de 2023 y que hubiese dificultado el acceso a los helados a los más de 450.000 judíos residentes en Judea y Samaria.
«Esta decisión no solo garantiza que la fábrica de Ben & Jerry’s y su fuerza laboral diversa estarán protegidas, sino que sus clientes, tanto judíos como musulmanes, israelíes y palestinos, no serán objeto de la campaña de deslegitimación contra Israel», señaló hoy un comunicado conjunto de los ministros israelíes de Exteriores y Economía.
«El antisemitismo no nos vencerá, ni siquiera cuando se trata de helados. Lucharemos contra la deslegitimación y la campaña de BDS en todos los ámbitos, ya sea en la esfera pública, económica o en el ámbito moral«, apunto el futuro primer ministro hasta las elecciones, Yair Lapid.
Lapid inscribió la decisión original de la empresa en el marco del movimiento propalestino de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel, algo que los dueños de la empresa negaron.
Con información de EFE