Hamás y la AP persiguen periodistas antes de las elecciones

24 agosto, 2016
Dos periodistas palestinos arrestados por Hamas. Foto: Al Quds

Khaled Abu Toameh
Los periodistas palestinos están en la parte superior de las listas de represión de la Autoridad Palestina (AP) y de Hamás, mientras se van dando los preparativos para las elecciones locales y municipales palestinas, previstas para el 8 de octubre.
La represión es parte de una campaña en curso por los dos partidos rivales para silenciar a los críticos de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza. Ni Hamás ni la AP toleran una prensa libre e independiente – en especial en la víspera de una elección crucial que podría tener implicaciones de largo alcance político en la arena palestina.
Una victoria de Hamás en las próximas elecciones sería catastrófica para el presidente Mahmoud Abbás y su Autoridad Palestina. Tal resultado electoral sería equivalente a un voto de no confianza en su política y desempeño.
Hamás, por su parte, está invirtiendo una gran cantidad de recursos en la campaña electoral, con la esperanza de que los resultados impulsen aún más su posición entre los palestinos. Hamás teme que una derrota debilitaría su poder en la Franja de Gaza y allanaría el camino para su colapso.
A medida que la campaña electoral se calienta, es evidente que Hamás y la AP están de acuerdo en una cosa: en la intensificación de sus medidas represivas contra los periodistas palestinos.
Esta represión de los medios de comunicación es ignorada esencialmente por organizaciones internacionales de derechos humanos. ¿Por qué? Una de las razones es que cuando Israel no está involucrado, las agresiones a la libertad de los medios de comunicación y la expresión no les interesan.
Algunos periodistas y defensores de los derechos humanos occidentales también tratan estos casos como «asuntos internos palestinos» que no son de interés para la opinión pública internacional. Una historia sobre un periodista palestino que es detenido por Israel es una noticia. Un periodista palestino encarcelado o amenazado por la Autoridad Palestina o Hamás, no lo es.
Tomemos, por ejemplo, el caso de Ahmed Said, un periodista de la Franja de Gaza. La semana pasada fue detenido por las fuerzas de seguridad de Hamás, que también confiscaron su ordenador personal. Said tiene un programa de radio en la emisora de radio Sawt Al Shaab (La voz del pueblo), donde los palestinos llaman para expresar sus quejas y hablar abiertamente sobre los problemas que se enfrentan bajo el gobierno de Hamás en la Franja de Gaza.
Antes de ser detenido, Said había llamado por teléfono al portavoz de la policía de Hamás, Ayman Al Batnihi, para discutir el reciente aumento de los casos de homicidio en la Franja de Gaza. Según el periodista, el portavoz furioso lo amenazó: «Usted nos está causando una gran cantidad de problemas e incita a la gente. Yo sé cómo tratar con la gente. Usted merece ser ahorcado».
Said no es ajeno a este tipo de encontronazos. El año pasado, fue convocado para ser investigado por «incitación» contra la ciudad de Gaza. La decisión se produjo después de que utilizó su programa de entrevistas para hablar sobre el caso del vendedor ambulante Mohamed Abu Assi, que intentó suicidarse ingiriendo veneno después de que inspectores del Municipio de la ciudad de Gaza le prohibieron la venta de maíz en la playa.
Más temprano, Hamás detuvo a otro periodista palestino, esta vez por razones no claras. Mahmoud Abu Awwad, que trabaja para el diario palestino Al-Quds, fue detenido en su casa en el campo de refugiados de Shati el 25 de julio. También le incautaron a él su celular y su ordenador personal.
La familia de Abu Awwad tiene prohibido verlo en la cárcel. Su hijo, se les dijo por Hamás, se encuentra detenido por «razones de seguridad». Abu Awwad, que ha estado trabajando para Al-Quds durante los últimos tres años, había estado informando sobre todo acerca de las dificultades que enfrentan los palestinos en la Franja de Gaza. Además, también trabaja para el diario saudí – panárabe con sede en Londres, Asharq Al Awsat.
«Hamás está tratando de difundir mentiras para distorsionar la imagen de mi hijo y justificar su detención», dijo el padre de Abu Awwad a Al-Quds. «Fue detenido porque era crítico de la situación en la Franja de Gaza y el gobierno de Hamás.»
Said y Abu Awwad tienen algo en común. Ambos periodistas cometieron el error de informar sobre el sufrimiento de los palestinos que viven bajo el gobierno de Hamás. Estas no son el tipo de historias que Hamás desea ver antes de las elecciones locales y municipales. Por el contrario, Hamás quiere ver mentiras de la prosperidad.
En el contexto de su campaña electoral, Hamás ha lanzado un vídeo que ofrece nuevas casas y barrios, así como los parques verdes y limpios y niños sonrientes. Titulado: «Gracias a Hamás», el video busca persuadir a los votantes palestinos que la vida bajo Hamás es lo mejor que le puede pasar a ellos. Y es por eso que necesitan a los periodistas para ayudar a Hamás a extender su control desde la Franja de Gaza a Cisjordania a través de las elecciones locales y municipales. Periodistas como Said y Abu Awwad están estropeando el efecto con sus verdades inconvenientes.
Hamás, a la vista de su propia represión periodística, se atreve a criticar a la Autoridad Palestina por la toma de medidas similares en la Ribera Occidental.
Al igual que Hamás, el liderazgo de la AP ha sido siempre intolerante hacia los periodistas palestinos (y, a veces no palestinos) que no se atreven a seguir la línea del partido. Apenas pasa una semana sin escuchar acerca de otro periodista palestino que ha sido arrestado o citado para la investigación por parte de la Autoridad Palestina.
En las últimas semanas, la represión de periodistas en Cisjordania parece haber aumentado en vista de las próximas elecciones. La AP también quiere eliminar de la escena de cualquier periodista que puedan perjudicar las posibilidades de ganar el voto de los leales de sus municipios. En este sentido, los periodistas son presa fácil.
Abu Khabisah fue otro periodista detenido por la AP ya que la decisión de celebrar elecciones locales y municipales fue tomada hace dos meses. Los otros cuatro son Yehya Saleh, Raghid Tabisah Ibrahim Al Abed, Mohamed Abu Jheisheh y Ziad Abu Arrah. En otro incidente reciente, los agentes de seguridad palestinos allanaron el domicilio del periodista Musab Kafisheh y confiscaron su ordenador personal, pero no lo tomaron en custodia.
Es la ansiedad la que está impulsando a Hamás y la Autoridad Palestina en su ofensiva contra los periodistas palestinos. Las «razones de seguridad» que tratan de vender como una excusa para la represión es una justificación para su sensación de inestabilidad: cuanto menos seguros se sienten políticamente, más necesitan reprimir a los periodistas palestinos en su capacidad de informar sobre cómo están realmente las cosas en la Franja de Gaza y Cisjordania.
Los periodistas extranjeros dependen casi totalmente de periodistas palestinos sobre lo que está sucediendo bajo la Autoridad Palestina y Hamás. Ahora, los palestinos locales pensarán diez veces antes de proporcionar información a sus empleadores o colegas extranjeros. Aún así, es indignante que los periodistas extranjeros opten por no informar sobre la campaña de intimidación frente a sus colegas palestinos.
Uno podría preguntarse si los grupos de derechos humanos descuidan estos abusos debido a su obsesión continua con la destrucción de Israel.

Fuente: Gatestone Institute■

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