Los sitios prehistóricos de la Cueva de Jaljulia y la Cueva de Qesem, ubicadas en el centro de Israel, fueron el nuevo escenario de uno de los últimos descubrimientos arqueológicos en el territorio nacional.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv identificó un conjunto de herramientas prehistóricas de piedra de 400.000 años de antigüedad diseñados para la carnicería y procesamiento de ciervos.
Las herramientas están hechas de sílex, elemento que se rastreó hasta sitios ubicados a unos 20 kilómetros al este de las cuevas, en las colinas de Samaria. Estos lugares eran en ese entonces terrenos de cría para los ciervos que los raspadores estaban diseñados para procesar.
La investigación fue dirigida por y el Prof. Ran Barkai del Departamento de Arqueología y Culturas del Cercano Oriente Antiguo de la Universidad de Tel Aviv.
Las herramientas hechas de sílex son las que se suelen llamar raspadores Quina, nombrada así por el sitio en Francia donde se descubrieron por primera vez, y se caracterizan por un borde de trabajo afilado en forma de escamas, lo que permite desollar a la presa y también procesar las pieles.
La transición a presas más pequeñas, fechada 400.000 años atrás, causó un gran cambio en la sociedad y la tecnología humana, incluyendo el desarrollo de los raspadores Quina.
Vlad Litov, uno de los investigadores, explicó que se encuentra “un cambio dramático en la dieta humana durante este período… Claramente, desollar un gran elefante es una cosa, y procesar un ciervo mucho más pequeño y delicado es un desafío completamente diferente. El procesamiento sistemático de numerosos ciervos para compensar por un solo elefante era una tarea compleja y exigente que requería el desarrollo de nuevos implementos”.