Una edificación subterránea fue hallada en terrenos de la ex Colonia Dignidad, el enclave alemán ubicado en el sur de Chile que fue utilizado como centro de detención, torturas y exterminio durante la dictadura civil militar de Augusto Pinochet (1973-1990), informaron autoridades.
La ministra en visita de la Corte de Apelaciones Paola Plaza manifestó que el hallazgo y el carácter de los peritajes desplegados en el lugar, aledaño en la comuna de Parral de la región del Maule, 830 kilómetros al sur de Santiago, se dan en el marco del “compromiso asumido en la búsqueda de las víctimas y todo aquello que contribuya al descubrimiento de la verdad de lo ocurrido en la ex Colonia y la forma en que operó durante el régimen militar”.
Hace varios días que un grupo interdisciplinario de especialistas del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) y de la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos trabaja para recabar pistas y antecedentes que permitan esclarecer algunos de los crímenes que se cometieron en el sitio, como la desaparición sistemática de opositores políticos a la dictadura.
Junto a este equipo, se desplegaron en coordinación peritos paisajistas, planimétricos, fotógrafos, mecánicos y operadores tácticos, además de un grupo de arqueólogos y del Núcleo de Investigación en Riesgos Naturales y Antropogénicos de la Universidad Austral de Chile.
En principio, se cree que el ´búnker´ funcionó como un puesto de vigilancia, aunque no se tenía registro previo de su existencia. Según diversos medios locales, el lugar ya fue despejado y fijado pericialmente, en tanto se realizan diligencias para determinar su finalidad y fecha de construcción.
El Gobierno del progresista Gabriel Boric presentó hace un año el Plan Nacional de Búsqueda, cuyo objetivo es “esclarecer las circunstancias de desaparición y/o muerte de las personas víctimas de desaparición forzada, de manera sistemática y permanente, de conformidad con las obligaciones del Estado de Chile y los estándares internacionales”, según la web del programa.
Es la primera vez desde el retorno a la democracia que el Estado chileno asume la búsqueda de los desaparecidos, pues hasta ahora la tarea había estado a cargo de grupos de familiares, agrupaciones de víctimas de la dictadura y organizaciones de derechos humanos.
Durante décadas, según consta en registros judiciales y periodísticos locales, los jerarcas de la ex Colonia Dignidad sometieron a esclavitud y tormentos a colonos alemanes, abusaron de niños y fueron cómplices y encubridores activos de los crímenes de la dictadura cívico-militar; sin ir más lejos, contaron con el respaldo de altos dirigentes de la derecha chilena hasta avanzada la década de los 90, como el ex ministro de Justicia del gobierno de Sebastián Piñera y militante de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín.
Colonia Dignidad operó como centro de detención clandestino entre 1973 y 1974, sitio al que llegaron prisioneros desde distintos puntos del país tras el golpe militar, incluyendo Santiago. La Colonia Dignidad, un enclave alemán situado a unos 380 kilómetros al sur de Santiago, fue fundada en 1961 por un grupo de alemanes reclutados por el suboficial nazi Paul Schaefer.
Durante décadas, los jerarcas de la colonia burlaron las leyes chilenas, y el primer presidente tras el retorno de la democracia a Chile, Patricio Aylwin (1990-1994), le retiró la personalidad jurídica, que describió como “un Estado dentro del Estado”.
(Con información de EFE)
Fuente: INFOBAE
Colonia Dignidad (inicialmente Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad) es un asentamiento de colonos alemanes fundado en Chile en 1961 por el predicador y pederasta Paul Schäfer. Está ubicada en la comuna de Parral, Provincia de Linares, Región del Maule. Se hizo tristemente célebre por funcionar como un centro clandestino de detención, tortura y asesinato durante la dictadura de Pinochet (1973-1990). Adoptó el nombre de Villa Baviera a sugerencia del exoficial alemán de la inteligencia nazi y traficante de armas Gerhard Mertins
Fuente: Wikipedia
Quizás para lograr entender este despropósito de la criminal secta nazi alemana de Colonia Dignidad habría que remontarse al ultranacionalismo alemán, o proto-nazismo, de finales del siglo XIX, o incluso a siglos antes, ya que Alemania, o los imperios centroeuropeos anteriores en la que estuvo integrada, consiguió tener algunos territorios en el continente americano. Un buen ejemplo de lo que ocurría en el siglo XIX es Elisabeth Nietzsche, la hermana del famoso filósofo Nietzsche, “el Profeta” de los fascistas y nazis previa manipulación de sus escritos, que en gran parte fue gracias precisamente a la hermana de Nietzsche, una muy embustera y muy manipuladora ultranacionalista alemana, los nzis incluso la propusieron varias veces para el premio Nobel. Elisabeth Nietzsche estuvo rodeada de ideólogos nazis, que manipularon la filosofía y los libros de Nietzsche para acomodarlos al nazismo, incluso Hitler fue al entierro de la hermana. Elisabeth Nietzsche puede dar una de las posibles explicaciones del por qué a los fascistas y nazis les gusta tanto latinoamérica, o también lo pueblerino o la vida en el campo, aunque luego los fascistas españoles son precisamente los que menos pisan un campo o un pueblo pequeño, España es el país con la mayor despoblación rural de toda Europa, todos los españoles se van a vivir a las ciudades, o mejor a las grandes ciudades.
Este esperpento de mujer se trataba de una obtusa ultrareligiosa cristiana nazi antisemita, a la que muy probablemente llegó a detestar su hermano, sobre todo desde que se casó con un antisemita ultranacionalista alemán perteneciente al protonazismo o de lo que estaba por llegar a Alemania, por cierto, el marido acabó suicidándose en Paraguay debido al fracaso de su proyecto de colonia nazi alemana en la selva… hay que aclararle al que, naturalmente, no entienda nada de esto de las colonias nazis en latinoamérica, que se trataba de que estos ultranacionalistas creían que Alemania, o Europa entera, estaba totalmente contaminada por los judíos, así que pretendían montar una «Nueva Germania«, o una nueva Alemania pura, en mitad de la selva o lejos de los judíos.
En realidad el nazi o ultranacionalista del marido de Elisabeth apenas hacía nada, la colonia la dirigía la hermana de Nietzsche desde una especie de palacio que le construyeron en mitad de la selva, ella era una de esas «muy dispuestona» y una copia del «Tío Gilito» con los dineros, o con los dineros de los demás, mientras los agricultores alemanes a los que estafó se morían de hambre y de enfermedades, pasando continuas penurias por las ampollas en la nuca de la insolaciones que pillaban, trabajando una tierra improductiva, llenos de picaduras de las bandadas de mosquitos y de mordeduras de animales que ni imaginaban que existieran, además la población hispana local eran unos gandules y timadores. Pero la hermana de Nietzsche consiguió aguantar varios años en su palacio en mitad de la selva, a base de escribir cartas a Alemania en las que iba inventando historietas sobre lo bien que iba todo: donde vivían sería el paraíso que habían soñado, las cosechas eran abundantes, sin olvidar el importante servicio patriótico para las que se convertirían en futuras nazis alemanas, sin las contaminaciones judías. La hermana siguió así, con el cuento, hasta que la echaron sus propios agricultores alemanes a los que estafó, eso sí, no sin que antes de irse recibiera una buena parte de los dineros que invirtió, mientras que los colonos alemanes lo perdieron todo.
Es muy conocido que Argentina, lo mismo que otros países sudamericanos, se llenó de criminales nazis que escaparon tras la derrota de la Alemania de Hitler, muchos de estos criminales nazis fueron ayudados por la sucursal española de la red ODESSA tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, ahora la inmensa mayoría de estos nazis o sus descendientes están integrados entre los hispanos, si bien seguramente muchos siguen erre que erre y además como forman parte de la élites económicas del país de turno donde residan, sus ideas tengan mucha influencia entre los criollos o entre la población autóctona hispana. Quizás la única excepción de antiguos nazis alemanes no integrados entre sudamericanos sea la secta nazi de Colonia Dignidad en Chile, que se ha hecho algo más famosa por una reciente película americana y una serie documental de Netflix. No poco interesantes, ya que en la secta de Colonia Dignidad hay, todo metido a la vez, una secta religiosa cristiana y nazi de las más esperpénticas, con abusos sexuales a niños y mujeres, más torturas y asesinatos pertenecientes a los crímenes lesa humanidad que cometieron las dictaduras militares fascistas sudamericanas, las del famoso cuarteto de países sudamericanos más fascistas formado por Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, todas estas actuando en conclusión en la conocida como Operación o Plan Cóndor para eliminar a «comunismo» de todo el cono sur americano por medio de la represión y el terrorismo de estado, o incluso algunos de estos criminales fascistas y nazis, como los de la Triple A argentina, ayudaron a fascistas españoles en los varios grupos del terrorismo de estado español.
También están ahí metidos implicados los gobiernos de Alemania ya en la democracia actual, por tener conocimiento de los abusos sexuales y crímenes que cometían sus ciudadanos alemanes en Colonia Dignidad, pero no hicieron nada… ¡¡¡ todo sea por mor de evitar «comunismo» !!!
La Colonia Dignidad la fundó en Chile el exmiembro de las Juventudes Hitlerianas Paul Schäfer, que al parecer al acabar la Segunda Guerra Mundial continuó con los disparates nazis y ultracristianos alemanes, pero tras ser acusado varias veces por abusos sexuales de niños, se destierra de Alemania con algunos de sus partidarios, supuestamente ayudados por la red de protección ODESSA.
En España la red ODESSA al parecer la dirigía la hispano-alemana Clara Stauffer, que hace unos pocos años se hizo conocida en España por una «novela» de la recientemente fallecida escritora Almudena Grandes. Clara o Clarita pudo ser toda una personalidad para las clases altas en aquellos años, y eran este tipo de personajes de las clases altas los que en realidad hacían y deshacían guerras o cambiaban opiniones de países enteros, según dicen algunos pocos historiadores españoles serios, fue así como los fascistas y filonazis españoles consiguieron parecer los «buenos» en Europa, hicieron una labor diplomática de alta altura o una gran campaña de marketing español de autobombo, mientras que los «malos», o «muy malos», eran las democracias de los malvados judeomasones comunistas de la Segunda República. Incluso tras ser derrotados los criminales nazis alemanes, Franco y los suyos quedaron exentos de pagar por sus crímenes, cuando ni siquiera los criminales nazis se creyeron que los españoles republicanos eran unos demonios y violadores de monjas como les decían sus camaradas los fascistas españoles, como vieron en los campos de concentración de Mauthausen, donde muchos republicanos españoles eran muy católicos o incluso celebraban la Navidad como los criminales nazis. Más tarde, con el comienzo de la Guerra Fría contra el nuevo enemigo del comunismo, Franco se convirtió en el perro más fiel de los americanos y a la España fascista le permitieron lavar o manipular su imagen, casi tal y como sigue hasta el día de hoy.
La falangista Clara Stauffer era de la familia de origen alemán del cervecero que diseñó la cerveza Mahou, de las más famosas en España dentro del tipo cerveza de diario o corriente de los bares para los españoles, o entre las otras marcas de cervezas que fabrica o adquirió esta misma marca está la cerveza San Miguel, la cerveza española más internacionalizada, más o menos la misma cerveza que todas las estándar españolas, o quizás todas copiaron la que diseñó el cervecero alemán. La familia Stauffer también es dueña de las tiendas de alta costura Loewe en Madrid, una de esas marcas que se anuncian en Navidad en las televisiones españolas con colonias caras para regalar.
Dentro de las clases más altas españolas Clara o Clarita causaba gran admiración por su desparpajo, o también era famosa en este mundillo de las clases altas españolas porque ganaba todas las competiciones deportivas, porque seguramente era la única que se presentaba o todo el resto de fascistas españolas no querían enseñar los tobillos. Antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial Clara aprovechó su fama e influencia para hacer propaganda de Hitler entre las clases altas de España, pidiendo apoyos y dinero en donativos para la causa común nazi. Tras la derrota de la Alemania nazi de Hitler, Inglaterra estuvo tratando de llevarla a juicio por crímenes de guerra, pero la dictadura fascista española siempre se negó a extraditarla.
no existen alemanes que no sean nazis, salvo los judíos. HOy día el 20% de la población aria, a más de 70 años de terminada la segunda guerra, votan a la ultraderecha. Los alemanes seguirán asi, mientras haya un alemán sobre la tierra