El primer ministro, Benjamín Netanyahu, fue declarado uno de los responsables de la estampida ocurrida en abril de 2021, en la que murieron 45 personas y unas 150 fueron heridas, durante una multitudinaria celebración religiosa en el Monte Merón de Galilea, en el norte de Israel, determinó hoy una comisión de investigación estatal.
«Existe una base creíble para afirmar que Netanyahu sabía que la tumba del Rabino Shimon Bar Yojai (Rashbi) había sido mal cuidada durante años, y que esto podría crear un riesgo para la multitud de visitantes», concluyó el informe, que le culpó de un mantenimiento deficiente durante años del lugar sagrado «poniendo en riesgo la vida humana».
«Una cultura mala provocó este terrible desastre en el Monte Merón», concluyó el informe, que dice que muchos sabían durante años de las precarias condiciones y falta de seguridad del lugar, por lo que la catástrofe se podía y se debía haber evitado.
El informe, de 322 páginas, consideró así a Netanyahu «personalmente responsable» del trágico suceso, junto al ex ministro de Seguridad Interior, Amir Ohana, quien es hoy el actual presidente de la Knéset (Parlamento).
Respecto al jefe de policía Kobi Shabtai, el comité recomendó que fuera destituido de su cargo, pero debido a la guerra de cinco meses que Israel mantiene contra el grupo terrorista islámico Hamás en Gaza, dijo que la fecha de su dimisión podría ser determinada por el Gobierno.
La investigación determinó que Shabtai «fue incapaz de albergar con seguridad al número esperado de visitantes» durante la celebración religiosa e ignoró los peligros que conllevaba.
El ahora ex ministro de Servicios Religiosos, Yaakov Avitan, también fue declarado responsable de esta tragedia, después de que unos 100.000 religiosos -en su mayoría ultraortodoxos- se congregaran para celebrar la fiesta judía de Lag Baomer, cuya aglomeración desencadenó una avalancha con personas aplastadas y muertas por asfixia. Aurora y EFE
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