Estudio israelí explica cómo la actividad humana destruyó la vegetación y dañó el ambiente local

22 septiembre, 2022 ,
Vegetación israelí. Foto: Creative Commons

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv recogieron muestras de carbón vegetal utilizado como combustible para hornos metalúrgicos en el valle de Timna, situado en la región desértica del sur de Israel, durante los siglos XI a IX a.C., y las examinaron al microscopio.

Descubrieron que el carbón vegetal utilizado cambió con el tiempo. Las primeras muestras contenían principalmente retama blanca local y espinas de acacia, excelente combustible disponible en las cercanías, pero la calidad de la leña se había deteriorado con el tiempo, y las muestras posteriores consistían en combustible de baja calidad y madera importada de lejos.

Al respecto, los investigadores dijeron: «Nuestros hallazgos indican que la antigua industria del cobre en Timna no se gestionó de forma sostenible, y que la sobreexplotación de la vegetación local condujo finalmente a la desaparición tanto de las plantas como de la industria. La producción de cobre no se reanudó en esta región hasta unos mil años después, y el medio ambiente local no se ha recuperado del todo hasta hoy».

El estudio fue realizado por el estudiante de doctorado Mark Cavanagh, el profesor Erez Ben-Yosef y la doctora Dafna Langgut, jefa del Laboratorio de Arqueobotánica y Ambientes Antiguos, todos ellos del Departamento de Arqueología y Culturas Antiguas del Cercano Oriente de la TAU, y la doctora Langgut también está afiliada al Museo Steinhardt de Historia Natural. El estudio se ha publicado en la prestigiosa revista Scientific Reports de la cartera Nature.

El profesor Erez Ben-Yosef, director de las excavaciones arqueológicas en el valle de Timna, añade: «Numerosos hallazgos en el valle de Timna indican que aquí floreció una vasta industria del cobre durante un periodo de unos 250 años, entre los siglos XI y IX a.C., con miles de yacimientos mineros y unos 10 lugares de procesamiento que utilizaban hornos para extraer el cobre del mineral. Esta impresionante operación es conocida por el público como las «Minas del Rey Salomón», y hoy sabemos que la producción de cobre alcanzó su punto máximo en la época de los reyes David y Salomón».

A su vez, continúa su idea: «La Biblia nunca menciona las minas como tales, pero sí nos dice que David conquistó la zona de Timna, conocida entonces como Edom, colocando guarniciones en todo el territorio, de modo que los edomitas se convirtieron en sus súbditos; y que su hijo Salomón utilizó enormes cantidades de cobre para construir el Templo de Jerusalén».

Y sigue así: «Sólo podemos suponer que David se interesó por esta remota región desértica debido a su cobre, un metal importante y valioso en aquella época, utilizado para fabricar bronce entre otros fines. La industria del cobre de Timna estaba dirigida por los edomitas locales, especializados en esta profesión, y el cobre de Timna se exportaba a tierras lejanas, como Egipto, Líbano e incluso Grecia. Este estudio muestra, sin embargo, que la industria no era sostenible, un hecho que puede encajar bien con la ocupación por parte de una potencia extranjera, quizás gobernada desde Jerusalén».

Los investigadores explican que la industria del cobre de Timna era muy avanzada para su época, y que los metalúrgicos que procesaban el cobre eran personas hábiles y muy respetadas. El cobre se extraía del mineral mediante la fundición en hornos de barro a una temperatura de 1.200 grados centígrados. El proceso completo duraba unas ocho horas, tras las cuales se rompía el horno y se recuperaba el cobre de su base. El carbón vegetal necesario para alcanzar la alta temperatura se fabricaba de antemano en lugares especiales, mediante la combustión lenta de árboles y arbustos talados para este fin.

En continuado, Mark Cavanagh amplía lo siguiente: «La industria del cobre en Timna se descubrió por primera vez hace unos 200 años y, desde entonces, todos los investigadores que han visitado la zona se han hecho la misma pregunta: ¿Qué combustible se utilizaba para calentar los hornos de fundición? Dado que la vegetación es muy escasa en esta zona desértica, ¿de dónde procedía la leña? Para resolver finalmente este misterio, recogimos muestras de carbón vegetal de los lugares de fundición y las examinamos en el laboratorio».

Las muestras de carbón vegetal, bien conservadas gracias al clima seco del desierto, se tomaron de montículos de residuos industriales en dos grandes lugares de producción del valle de Timna y se llevaron al laboratorio de arqueobotánica de la TAU. Al respecto, Dafna Langgut comenta: «En el laboratorio examinamos los restos vegetales descubiertos en las excavaciones arqueológicas. En el presente estudio examinamos más de mil muestras de carbón vegetal con un microscopio electrónico. La estructura anatómica de la madera original se conserva en el carbón vegetal, y bajo el microscopio se pueden identificar las especies. Las muestras se fecharon según la capa del túmulo de residuos en la que se habían encontrado, y algunas se enviaron también para su datación por carbono 14».

Por su parte, Mark Cavanagh describe los resultados: «Encontramos cambios significativos en la composición del carbón vegetal a medida que pasaba el tiempo. El carbón vegetal de la capa inferior de los montículos, fechado en el siglo XI a.C., contenía principalmente dos plantas conocidas por ser excelentes materiales de combustión: 40% de espinas de acacia y 40% de retama blanca local, incluidas las raíces de la retama. Las «brasas de la retama» se mencionan incluso en la Biblia como excelente leña (Salmo 120, 4)».

Y cierra su discurso: «Unos 100 años después, hacia mediados del siglo X a.C., se produjo un cambio en la composición del carbón vegetal. La industria había comenzado a utilizar combustible de menor calidad, como diversos arbustos del desierto y palmeras. En esta última etapa, se importaron otros árboles desde muy lejos, como enebros de la meseta edomita en la actual Jordania, que cubrían distancias de hasta 100 kilómetros desde Timna, y terebinto, también transportado desde decenas de kilómetros».

Los investigadores afirman que el cambio gradual en el contenido del carbón vegetal se debió a la sobreexplotación que había destruido los recursos naturales. En este caso, la leña de alta calidad, la acacia y la retama blanca.

El profesor Ben-Yosef concluye: «Basándonos en la cantidad de residuos industriales encontrados en los lugares de elaboración, podemos calcular la cantidad de plantas leñosas necesarias para producir cobre. Por ejemplo, el centro de producción llamado «Colina de los Esclavos», que era sólo uno de los varios centros que funcionaban simultáneamente, quemaba hasta 400 acacias y 1.800 retamas cada año. A medida que estos recursos disminuían, la industria buscaba otras soluciones, como demuestra la composición cambiante del carbón vegetal. Sin embargo, el transporte de plantas leñosas desde lejos no resultó rentable a largo plazo, y finalmente, durante el siglo IX a.C., se cerraron todos los centros de producción. La industria del cobre en el valle de Timna se renovó sólo mil años después, por los nabateos».

Y Langgut cierra así: «Nuestro estudio indica que hace 3.000 años los seres humanos causaron graves daños ambientales en el valle de Timna, que afectan a la zona hasta el día de hoy. El daño fue causado por la sobreexplotación, especialmente de la acacia y la retama blanca, que, como especies clave en el ecosistema del sur de Arava, habían sostenido a muchas otras especies, almacenado agua y estabilizado el suelo. Su desaparición generó un efecto dominó de daños ambientales, perjudicando irremediablemente a toda la zona. Tres mil años después, el medio ambiente local aún no se ha recuperado de la crisis. Algunas especies, como la retama blanca, que antaño predominaba en el valle de Timna, son ahora muy raras, y otras han desaparecido para siempre».

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.