“Echos” es una banda musical israelí que se ha especializado desde 2006 en la ejecución de las obras de Pink Floyd y en estos días se presenta con el montaje “The Wall 2020” en el que se celebran los 40 años de la creación de esta famosa pieza de Pink Floyd, en una velada que será una experiencia única en todo sentido.
Recordemos que “The Wall” la obra maestra de Pink Floyd, es considerada un clásico del rock y un “hito” en la historia de este género musical. El show que se presenta en 3 funciones en Israel, promete ser algo especial por el sonido, la iluminación y el video arte que lo acompaña. Se presentó ya en Beer Sheva y las próximas funciones serán el 14.1 en el Heijal Hatarbut de Tel Aviv y el 6.2 en el Centro de Convenciones de Haifa.
Esta es una agrupación de Beer Sheva considerada una “banda de tributo a Pink Floyd” de muy alto nivel, ya que en sus ejecuciones se asegura que los roles originales se realicen de manera precisa y completa y produciendo sonido e iluminación del más alto nivel. Ha sido invitada a participar en colaboraciones únicas con el director de orquesta Gil Shohat y con el grupo británico “Pink Floyd Experience” mientras visitaba Israel. La celebración del 40 aniversario de la mitológica pieza, será realizada en su totalidad por los diez músicos y cantantes de la banda local. El escenario de este espectáculo es una parte integral de la poderosa experiencia e incluye una producción grandiosa de sonido, iluminación única y videoarte que se proyectará en pantallas gigantes.
Recordemos que en el centro de la obra “The Wall” se halla el antihéroe “Pink”, oprimido por la sociedad e influenciado por la vida sin su padre que fue asesinado en la Segunda Guerra Mundial. También están el maestro tirano en la escuela, la madre sofocante y la mujer dominante, todo lo hace hundirse en el delirio y encerrarse en el inevitable final donde se vio obligado a destruir el muro que construyó para sí mismo y enfrentar la realidad. Esta pieza es un espectáculo único que Pink Floyd presentó a principios de la década de 1980, se convirtió en un rito cuando se construyó un muro físico entre la banda y el público durante el espectáculo.
Fotos: Gil Namet