Itamar Ben Gvir, diputado por el partido de ultraderecha Sionismo Religioso, protagonizó un incidente cuando sacó una pistola durante un altercado el martes con guardias de seguridad árabes en un estacionamiento en el centro de conferencias Expo Tel Aviv.
Ben Gvir había llegado para un evento en el centro cuando los guardias le pidieron que moviera su automóvil, ya que aparentemente estaba estacionado en un lugar prohibido.
Según Ben Gvir, los dos guardias de seguridad hicieron amenazas agresivas que lo hicieron sentir «que su vida estaba en peligro». Los guardias de seguridad no parecían estar armados según las imágenes que circularon.
En un video, se puede ver a Ben Gvir con su arma en la mano, sosteniéndola brevemente para mostrársela a los guardias, y luego manteniéndola a su lado mientras avanza hacia la pareja, gritando: “No me amenacen«. En otro, se puede ver al guardia gritando a la comitiva de Ben Gvir: «Si son hombres de verdad, vengan a mí, todos, sin armas».
Ben Gvir, quien afirmó que se había ofrecido a mover su auto, llamó a la policía, que interrogó tanto al miembro de la Knéset como a los guardias.
En un comunicado, el polémico dirigente dijo que «vi frente a mí guardias de seguridad con odio en sus ojos que me maldecían y amenazaban con hacerme daño. En cualquier momento podrían haber cometido actos de violencia potencialmente mortales».
No es la primera vez que Ben Gvir es noticia por altercados, especialmente con la comunidad árabe. Este año, el diputado se negó a referirse a Ahmed Tibi como vicepresidente de la Knéset. «Usted es un terrorista, debería estar en Siria», le dijo Ben-Gvir. Frente a esto, Tibi llamó a la seguridad para escoltar a Ben-Gvir fuera del edificio, lo que causó forcejeos y tensiones en el recinto.
Gritos y armas…. Individuos como ese miembro de la Knéset, son una verdguenza para cualquier país, además de fomentar la violencia contra los israelitas. ¿Por qué no so lo botan de la Knéset? ¡Háganlo ya!
Quiero retractarme del comentario antes hecho. Pero sí creo que dicho señor merece una grave sanción de la Knéset, para que aprenda a refrenarse y a ser un buen ejemplo que no provoque reacciones terroristas de los enemigos de los israelitas. Hay una triste realidad: cualquier cosa que mal vista que haga un israelí, aunque sea muy pequeña, para muchos fanáticos enemigos de Israel, es una excusa para verla como un océano.
Que un judío deba ser echado, de su lugar y de su país es un mal precedente.Muchos diputados árabes-israelíes lamento decirlo, tienen una fidelida dudosa hacia la Medina.Obvio no todos.
Concurro con Daitch.